martes, 19 de junio de 2018

SEMBRAR DISCORDIA ES UN ERROR MAYÚSCULO

   Sembrar discordia en busca de un beneficio especial es un error mayúsculo, puesto que querer conseguir personal ventaja encadena férreamente al deseo egoísta (karma) que no es más que miedo queriendo resolverse a sí mismo, girando y girando a ninguna parte (samsara); por eso, quien siembra el terror vive aterrorizado en su interior, y quien lo siembra en nombre de Dios o de una ideología social no conoce qué es Dios ni lo verdaderamente social, tan sólo es esclavo del miedo y la ira, de la vergüenza, el resentimiento y la culpa. Sigue la dolorosa inercia de una manera de pensar corta, torpe, débil y ciega; que cree ver, cuando lo único que contempla, en su delirante fanatismo, es la oscuridad de su pavor. Quien siembra el terror o la discordia se equivoca. Su aparente seguridad, que simplemente es la crueldad desmedida del ego, no esconde más que pelelismo e ignorancia. Separar y atacar en el nombre de Dios o de cualquier idea supuestamente social es el camino contrario hacia Dios o hacia la convivencia armoniosa y productiva. Dios es Amor nunca odio o rencor; lo verdaderamente social no es excluyente o fanático, sino bondadoso, tolerante e inclusivo. El Amor no transige con intolerancias sectarias, o no sería Amor.

 Hemos de perdonar el terror viviendo sin miedo. Aceptemos la corrección esencial de lo eterno e indiviso (la Fuerza del Espíritu) y no nos enfrentemos los unos contra los unos (la flaqueza del ego). Colaboremos con fraterna y generosa confianza, vaciándonos del ego para llenarnos en la plenitud que éste nos negaba. Hagamos de la vida un constante acto de presencia consciente, todo inclusiva, que responda al mal siempre con bien. No escuchemos al sistema de pensamiento que adoctrina para dividir y culpabilizar. Seamos felices, mansos, puros, honestos, desprendidos y pacientes, abandonando sin contemporizaciones todo rencor. Liberemos nuestros corazones de los grilletes de la ira, trayendo paz y dicha al corazón de nuestro prójimo. Dios -Pura Divina Unicidad- no quiere derramamiento de sangre o exclusión, que es sólo estéril acto, sino hermandad sincera por encima de confesiones o ideologías especiales. La Luz y la lluvia alumbra o moja a todos por igual, sin preferencias ni menoscabos. Bendiciones.

KHAAM-EL



Vive en paz, en profunda y sentida paz interior,
para que esa sea siempre tu siembra en tú relación con el prójimo
y el aquí y ahora sea oportunidad de concordia y bendición...
La plenitud del Amor será la cosecha definitiva a tu humano vivir.





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