domingo, 27 de agosto de 2017

LA COMPRENSIÓN + .

   Reedito el siguiente escrito, publicado hace  ya unos años, por la hondura de comprensión que invita encontrar en lo más íntimo y puro de la mente... en el corazón del alma, ahí donde lo separado se conoce como inseparable:

   Cuanto más atento estés a la totalidad del ahora más profundo y excelso será el silencio interior del que brotará tu comunicación. Te levantarás de la cama agradecido de poder servir a la extensión de la paz de espíritu y su gozo inefable. Olerás el café recién hecho en la mañana y su aroma será uno contigo e inspirará el comienzo de un nuevo y feliz día entregado al Amor. El canto despreocupado de los pájaros será tu propio canto. Caminarás sin apuros al encuentro con lo cotidiano. Contemplarás los frondosos árboles de los primeros días de verano y su intenso verdor unido al colorido de las flores acariciará tu mirada invitándote a la descansada confianza en que hoy será un día de gozo en Dios y Su Bondad. Sabes que todo aquello que precises para el bien mayor, para la consumación del recuerdo completo de la unicidad en el espíritu de todos los Hijos de Dios, para compartir bendiciones, sin duda se te dará; y no habrá obstáculo, por terrible que sea su apariencia u hostil que semeje el contratiempo, que pueda contrariarte.

   Cuanto más te halles en ese silencio interior mayor será el gozo indescriptible de vivenciar como mengua la sensación de estar limitado en el tiempo y como, en cambio, se acrecienta la inmensa espaciosidad de lo eterno.

    Siempre es un buen día, éste en el que ahora vives, para parar todo lo parable y quedarte imparable en todo lo que Es. Cántale a la vida y la vida te cantará a ti. Bendice el silencio de la mente que es música celestial y las palabras del mundo no te distraerán nunca más. No combatas personalmente por alcanzarlo o el silencio del alma te será esquivo con mil y un razonamientos contradictorios. Ahonda y comprende que no hay pensamientos que puedan con él, por contrapuestos u hostiles que sean; simplemente, mantente ecuánime, conoce la quietud esencial del presente y no sigas el discurso conceptual de ninguno de ellos y déjalos pasar como sí de olas en el mar se tratasen. Todo ahora se está comunicando contigo desde lo esencial; permanece, por tanto, en lo esencial y comprenderás que no hay realmente nada que comprender; porque la Comprensión es sin palabras, sin diferencias, sin aprendizajes arduos o lejanas búsquedas. La Comprensión es la luz del ahora en toda su infinita amplitud, la certeza de ser sin aditamentos ni pérdidas, la alegría de ser sin transitoriedades ni penurias, la bienaventuranza de ser: Ser.

   No quieras comprender la Comprensión, tú eres ya Ella.


KHAAM-EL




Hoy, sí, siempre hoy, es un gran día.

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