Lastrados pensamientos de vergüenza
arrastran a las almas
hasta el lodo más frío y denso
que el ser recuerda.
Seguir el rumbo del ego desvía
al corazón de la senda segura
anegándolo de angustias y miedos,
de rencores, engreimiento y dudas.
Se define al mundo y a uno
por interesado contraste,
sabiendo injusto lo que esto revela:
ser juez y parte no es sabio,
¡es loco!
Y sólo en lo íntimo se halla respuesta
tras múltiples afanes y desastres:
Únicamente lo unido libera.
Cualquier culpa deja el corazón roto
porque todo juicio aplica condena.
Más el perdón, siempre, el Cielo nos abre
con su compartida y firme inocencia.
Sí, el Tao es definitiva respuesta...
amor infinito y paz insondable.
KHAAM-EL
En el flujo natural de la vida
que desde lo más hondo palpita
hallas la indivisa respuesta de plenitud...
Divina Unicidad... Tao... Puro Ser.
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