Bajo este escrito adjunto el vídeo de una charla en la que invito a ese encuentro interior con lo más puro en uno, con la esencia de lo Humano más allá de toda pasajera apariencia, que le comulga con la pureza indivisa del Espíritu.
La forma no nos conforma realmente. Es como el marco de un cuadro, lo esencial nunca es el marco sino la pintura por él enmarcada; de igual manera lo esencial en nosotros no es el cuerpo y sí, sin duda, la consciencia que enmarca. Por tanto, lo verdaderamente humano no es la apariencia física, ni siquiera el razonamiento intelectivo; es algo mucho más hondo y puro, que podríamos distinguir como lo Humano en lo humano, algo mucho más sutil e íntimo que nos unifica allende todas las diferencias... algo que no es algo... eterno, santo, bienaventurado y rebosante de Amor.
Y la única posibilidad de experimentarlo, en un mundo que niega lo esencial, es ahondando en la propia mente, meditando y concienciado la conciencia misma; adentrándose en el alma del alma, en la vida de la vida, en lo completamente presente sin prejuicios ni expectativas, porque lo esencial es puro en su real completitud que, de inmediato, deshace impurezas y vanos sueños de egoísta separación. Lo Humano destruye al ego y su pseudohumanidad sin titubeo alguno... siendo como una potente y clara luz que todo ilumina desde lo interior hasta lo infinito en indivisible brillo.
KHAAM-EL
Sé consciente de que identificarte con la forma es inconsciencia y la pureza esencial de lo Humano te devolverá a la experiencia viva de la plenitud del Ser.
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