El ego, en su locura e inconstancia de superficial mira, teme a la eternidad y quiere que te identifiques con él, para no desvanecerse en ella como la nada que es en realidad; es por eso que tienta, con insolente petulancia, a que creas que la vida se encuentra en el tiempo y en los cuerpos que en él aparecen y desaparecen. No lo escuches, o la muerte aleteará siempre a tu alrededor con su sombría guadaña, presta a cercenar lo que amas de un momento a otro. Abre tu mirada esencial, limpia de imaginaciones. Sólo es una pesadilla, nada más. Semejante idea de mortal hechura carece de significado, porque el Amor no puede sufrir pérdidas ni experimentar dolor alguno... con Él se atraviesa todo aparente sufrimiento para que se diluya por entero en Su perenne manantial de bienaventuranza. No acredites la percepción como conocimiento ni le otorgues a los sentidos primacía. Recupera la cordura desidentificándote del miedo y sus hueros deseos de convulsa exigencia. El ego, lo que aparenta ser y nada más, se muestra encubierta y variablemente como mente, concepto, arrogancia, comparación, división, dolor, codicia, euforia, imperfección, apego, conflicto, tiempo, carne, error, idolatría, placer, desconfianza, juicio, pesadumbre, mundo, enfermedad, muerte y horror... nada da, todo quita... en su pertinaz fragmentación todo perece. Lo real, lo que indubitablemente Es y se Es, se experimenta siempre como Mente (Pura esencia Consciente) y no como mente (ego), Consciencia, Simplicidad. Luz, Unicidad, Solaz. Entrega, Quietud, Perfección, Libertad, Paz, Eternidad, Espíritu, Santidad, Devoción, Gloria, Certeza, Inocencia, Alegría, Fortaleza. Cielo, Vida y Amor... todo comulga, nada pierde... en su plenitud todo preserva... Esencialidad pura... Felicidad infinita... Sat Chit Ananda.
KHAAM-EL
Quédate en lo esencial... deja a un lado tu historia...
fúndete con la melodía,
hasta que no haya diferencia entre las notas y el oído,
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