CALMA INTERIOR

Despídete de lo que quiere forcejear.
Mantente muy atento,
la pelea quiere pelear...
si no la buscas, viene a casa.

La tormenta siempre quiere escupir sus rayos
y el dolor lanzar sus dardos envenenados
disimulados tras apariencias amigables.
Dile adiós a debates de infructuosa conceptualización
y mantente presente en medio de tambores de guerra
que retumban en un mundo engullidor de despertares.

Si el mundo quiere la razón
acepta estar equivocado,
pues la semilla que se protege jamás dará fruto...
¿de qué sirve tener razones si se pierde la dicha?
¿Para qué reunirse con soledades?
¿Adónde ir desde la confusión y el conflicto?
¿Qué se puede recoger de lo yermo?

No puede unirse lo que se proclama separado
ni jamás hay calma en aquello que anhela conflicto.

Sé consciente,
plenamente consciente.
Declárate en paz
y harás las paces con todo...
en un momento de paz la eternidad resplandece
mientras el mundo, y su sombría combatibidad, desaparece.

Rompe todas las lanzas,
disuelve las barreras,
derrite los escudos.
y quiebra las espadas.

Contémplate contemplando tu desconfianza
y comprende que, si no varías tu mirada, te precipitas al abismo.
Deja de vagar en círculos
(Un combate siempre conduce a otro).

Quedarse sólo con conceptos aísla del instante.
Querer atrapar ilusiones, desilusiona.
Rinde tu pelear y confía.

Si no luchas por ocupar un lugar
el flujo te conducirá más allá de recovecos y lugares,
a tu verdadero e inmaterial hogar,
a tu sustancial  y eterna morada
a tu íntima infinitud.

Muere a la muerte no escuchando a la sordera
ni mirando, con la ceguera, espejismos de colorida fantasía
que en breve se tornan feroces y sombríos.
Vive con el corazón abierto y enamorado de amar.
Atraviesa temores, dudas e infiernos
sabiendo que nada valioso pueden ofrecerte.
No mires atrás, no titubees, sigue la senda presente...
ahora siempre está bien, si no lo juzgas.

Soltar las imaginaciones, realiza.
Acógete en el silencio del ego
y despierta
a la calma interior
que ya Eres eternamente.

KHAAM-EL

Saborea la íntima paz del Alma, 
el amoroso sosiego del Espíritu 
y abre tu mirada a la Luz... 
en comunión no existe ni la soledad ni el peligro...
sólo plenitud... gozosa plenitud de SER.