REFLEXIVA INVITACIÓN A ASUMIR LA RESPONASABILIDAD DEL DESPERTAR

    Oí el descorazonado murmullo de las gentes ante el contradictorio y caótico decidir de sus dirigentes. Sentí el tremendo miedo que intentaban ocultar mis semejantes acatando, más allá del límite, unas normas anormales aparentando ser fieles a lo que les traicionaba para no verse excluidos o, lo que consideraban aún peor, despreciados. Contemplé sus rostros crispados ante el 'disidente', sus miradas febriles, adormecidas y hurañas frente al despierto en consciencia, sus dedos acusadores contra el librepensador. Comprobé cómo escogían el miedo al amor; cómo preferían el egoísmo de aislarse y esconderse ante la adversidad del prójimo, olvidando la generosidad de lo fraterno; cómo buscaban la evasión para tapar llantos evitando la comprensión que los termina; cómo se apoyaban indolentes en la justificación de ceder la razón a otros, abandonando la responsabilidad de criterio. Y supe que la situación requería de una urgente toma de consciencia, de un alumbrar las tinieblas, de un no sucumbir a la irracionalidad del miedo, de ir más allá de las apariencias y desenmascarar al lobo con piel de cordero. 

    Sí, indudablemente sé que este es el momento, ante tantas falsedades e hipocresías, de la verdad, del amor, de vivir atento, de remar contra corriente si es menester, de mostrar la solución interior de la feliz plenitud de la Divina Unicidad que en cada corazón humano palpita, cohesionándonos con todo lo viviente. Sí, amig@, unámonos en lo esencial, en lo puro e iluminador, o lo aparente, egoico y malicioso nos engullirá dividiéndonos con mil y una tretas de malintencionado rostro dulce, mediante un insidioso discurso lleno de huecas y altisonantes palabras (resiliencia, justicia social, salud pública, economía global...) acerca de un bien que dice querer conseguir para tod@s, cuando en el fondo sólo le interesa su propio poder (y el de sus compinches). El resto: le importamos un bledo.

KHAAM-EL