LA INMORTAL LUZ DEL ESPÍRITU

    Ser congruente con uno mismo es ser congruente con todo lo demás. No dar por sabido lo que no se conoce en profundidad, nos profundiza hacia ámbitos nuevos y liberadores que la mera interpretación corporal/intelectiva no atisbará ni alcanzará jamás; pues, pensar y creer que lo físicamente percibido es todo lo que es y hay limita junto con ello, al considerar -temeraria y arrogantemente- a los limitados y confusos sentidos sensoriales como válidos jueces de lo ilimitado.

    Abramos la mente a lo insospechado cesando de categorizar lo temporariamente advertido. Segregarse para comparar quiebra el ánimo; rompiendo la relación, enfrentándola por los juicios de unos egos que en puridad no somos y que, con arrogante presunción, pretenden que se le reverencie, adore e idolatre como el 'yo viviente' que nunca serán. Dejemos, pues, de fingir conocer lo simplemente supuesto y adentrémonos en lo sustancial, en lo de cierto vero y definitivo. Desenmascaremos la ilusoriedad del ego, contemplándolo en la luz eterna de la consciencia pura que abarca, abraza y alienta mundos, soles y galaxias... El Espíritu inmortal, pleno de bendiciones y vacío de vanidades, nos revelará la arrobadora comunión de las almas y esencias todas que desde antes los albores del tiempo y allende su término somos. DIOS VIVO iluminándonos muy adentro, rebosándonos hasta lo sin fin... 

    ... Sí, más allá de lo que parecemos ser hay una misma luz que nos vivifica, una misma eternidad en la que comulgamos, una misma paz en la que moramos, una misma dicha en la que nos regocijamos, una misma Verdad en la que nos conocemos sin costuras, un mismo Amor en el que vivimos, con el que creamos y desde el que extendemos incesantemente más y más Amor en sublime danza, al son de la incomparable armonía de lo santo.

    Lo transitorio y relativo no es lo que fuimos, somos o seremos. Somos la Luz del Espíritu, no la opacidad de la carne sea cual fuere su color, sexo, edad, inteligencia o estética... ¡Bendiciones! ¡La bendita y absoluta Luz de ser inseparables del Corazón de DIOS nos hermana indisoluble y eternamente!

KHAAM-EL