domingo, 9 de septiembre de 2018

TOMA CONCIENCIA CON CONSCIENCIA

   Ser consciente con auténtica consciencia de la consciencia misma es indispensable para no caer en el sopor de lo imaginario y desvariar con múltiples inconsistencias tomadas por realidades. Lo inconsciente esclaviza porque se decide ignorar su existencia. Profundiza con firme vigilancia en el meollo mismo de la consciencia... Cuando se representa un rol y uno se lo cree olvida quien es realmente identificándose con una pantomima, pues encarnar un personaje -por grande que éste sea- no deja de ser una ficción de frágil credibilidad. En cuanto rascas un poco ves que detrás no hay nada, es todo hueco e inverosímil. ¿De dónde provienen todos los gustos y desagrados que uno tiene? ¿Los elegió realmente o sencillamente aparecieron? ¿Te agrada o amarga algún sabor por tu elección libre o un día lo probaste y tuviste una sensación inmediata que escogió por ti? ¿Quién eres en verdad? ¿Un conglomerado de sensaciones perceptivas autodefiniéndose o algo más? Medita y ahonda en ello, no des por sabido nada que no sea corroborado con certeza indubitable... Es de simple sentido común no dar por sentado nada hasta estar completamente seguro de ello. No te signifiques a bote pronto o errarás y experimentarás los efectos de ese yerro más por propia desidia que por cualquier otra cosa.

  Lo intangible es espontáneo e incalificable en su sutileza perenne, no puede ser representado por imaginación alguna, no hay adónde rascar en su transparencia esencial y no conoce falsedades al no verse circunscrito al vaivén de lo contradictorio; por eso es, a todas luces, plenamente veraz e inmediato. Medita... contémplalo todo con suma atención, contémplate todo sin miedo, con paciencia y esmero; pon toda tu conciencia en toda la consciencia como si fueras una gran lupa que ningún detalle por nimio que parezca se le escapa y que con Amor contempla su contemplación... Sí, ahora, siempre, estate con absoluta presencia en el instante presente... es de primaria que lo que aparece en un momento dado y luego desaparece, simplemente parece ser y no es, puesto que al no ser definitivo -no estuvo ni estará-. Tus agrados y amargores, tus deseos y temores, tus éxitos y fracasos, cualesquiera sean tus tendencias, por ende, parecen pero no son, porque junto con la idea transitoria de ti (como un intelecto y un cuerpo determinado), al cabo, se extinguen... sin embargo, en consciencia, tú sí que sabes que eres allende cualquier definición o catalogación, sin particularidades ni generalidades varias.

   Inquiere, ahonda, toma conciencia con consciencia, hasta conocer sin comparaciones ni juicios, sin especulaciones o tendenciosidades personales lo que ES. Sin duda, toda idea particular que surge, muta; y, en su variación, muere a lo anterior y así sucesivamente y sin cesar... ¡Una completa y auténtica locura! ¡Una falacia pretendiendo credibilidad! ¡Un sinsentido queriendo tener sentido! ¡La muerte queriendo mostrarse como vida! Esto es lo que es el ego -o esa imprecisa creencia calificada como yo soy esto o aquello-. Sí, el ego no es más que una delirante idea de contradicción y muerte tomada por cierta, que quiere eliminarte con su inestable y condicionado estado de opinión. Ámate y no te odies imaginándote ser esa frágil inestabilidad de vanas creencias que con pavor busca seguridad y placer personal. No sigas aletargado fabricando expectativas que siempre acaban por derrumbarse. No continúes, ni por un segundo más, por la laberíntica senda de las ingeniosas teorías cosidas con alfileres o por el falso atajo de las suposiciones; mas tampoco tomes la seductora avenida de lo deseos ni transites por los oscuros callejones de la culpa y la justificación... No sigas los vericuetos y tergiversaciones del miedo confundiéndolos con vías al Amor y, tras la intensidad de no agarrarse a los conceptos personales, con inesperada sencillez, un día la vida, desde su núcleo más íntimo y sagrado, desde una consciencia sumamente lúcida que ya es allende todas las apariencias, se abrirá para ti en toda su bendita, perfecta e indivisa espaciosidad de ilimitada esencia, autoluminosa y sagrada, plena de bienaventuranza e inefabilidad..., como resultado inevitable de transitar con determinación el camino interior hacia la infinitud del Ser.

KHAAM-EL



Inquiere, ahonda y despierta...
Relaja la tensión de tu ánimo
no dándole significado a los pensamientos...
Adéntrate en el espacio en el que suceden...
Ahí, la conciencia de ser consciente te librará de la inconsciencia
de considerar real a lo egoico.




No hay comentarios:

Publicar un comentario