"Por lo general, la gente interesada en el desarrollo espiritual piensa (en términos de importancia mental) en lo misterioso, elevado y profundo que es lo que hemos decidido aprender. Pero, sorprendentemente, lo profundo y lo trascendental ha de ser hallado en lo mundano."
Chogyam Trungpa.


Aceptar que en lo cambiante unas veces se gana y otras se pierde, que unas veces se está arriba y otras abajo, no lamentándose ni airándose ante esos inexorables vaivenes de lo mundano, es la senda correcta, la dirección ecuánime de la total atención al presente; esa actitud valiente que no teme empezar de cero una y otra vez, hasta que, en su constancia inquebrantable, cae en la cuenta de que es la propia historia personal (el ego) en busca de logros, éxitos, comodidades y triunfos, cualesquiera se imaginen, lo único que fracasa y duele, más nunca puede padecer lo sustancial, lo permanente, el espíritu, la consciencia pura, el ser, o como prefieras nombrar a lo de por sí innombrable. Y de repente la Luz, la comprensión, la dicha y la paz mental que manifiesta lo esencial, lo santo e infinito, se encuentra y se vive donde siempre ha estado y estará, justo en el ahora. Adéntrate en el instante con conciencia consciente... Sé constante, permanece en la paz del ahora que no juzga y se evidenciará, en ese eterno presente autoluminoso siempre presente en toda forma y tiempo, el dulce fruto del Despertar... esta acción constante facilitará tu encuentro interior con la infinitud del Ser. Nada hay que conseguir ni eliminar de lo pleno, tan sólo salir del ensueño de lo fragmentado. Empezar de cero, sin querer añadirle nada al presente, te libera de la ilusión del tiempo y de la carne, del intelecto y su arrogancia de creerse diferente, separado del resto de la vida o especial.
En la constancia se halla la verdadera armonía
incluso bombardeado por aparentes desarmonías.
KHAAM-EL
En la constancia se halla la verdadera armonía
incluso bombardeado por aparentes desarmonías.
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