martes, 4 de septiembre de 2018

CONSTANCIA



      "Por lo general, la gente interesada en el desarrollo espiritual piensa (en términos de importancia mental) en lo misterioso, elevado y profundo que es lo que hemos decidido aprender. Pero, sorprendentemente, lo profundo y lo trascendental ha de ser hallado en lo mundano."
Chogyam Trungpa.





   No te vayas del ahora proyectando conquistar fantásticos futuros partiendo de la interpretación personal de inasibles sucesos pasados. Estate presente en el presente con consciencia lúcida y desapegada de lo variable. Llenarte de conceptos y juicios sólo distrae de lo esencial y aflige. No te escondas del ahora fabricando sueños personales con los que huir a un hipotético futuro que nunca se alcanza. ¡Despierta! Los embates que da la vida son para vivirlos con el corazón lleno de paciente y presente esperanza, con la mente en paz y la mirada serena. Nada sucede al azar... Se prolonga el desconcierto en el mundo porque se suele interferir por el deseo de obtener un resultado especial para uno mismo aun a costa del resto. Empieza de cero. Elige de nuevo... La confianza, la constancia y la rectitud de propósito purifican la mente de sus pensamientos egoístas. Haz lo que debes para el regreso al Amor de todos; no lo que desde el temor deseas, y te encontrarás con la plenitud del Amor, con la vida una del Espíritu que siempre aquí y ahora te esperaba.

   El desarrollo espiritual es un hábito libremente decidido de disciplinada atención que nos abre a insospechadas revelaciones que lo cotidiano en su simplicidad tiene a bien ofrecernos si no nos distraemos con extraordinarios porvenires. Quien busca poderes especiales, arcanos misterios o personales relumbres, creyendo que en ellos se encuentra la verdad o el poder, va en la dirección equivocada; únicamente se encamina hacia vanos conocimientos especiales que sólo traen engreimiento intelectual, más no paz de espíritu; o se encamina al encuentro con la ridícula pomposidad de un hueco y fantasioso ritualismo que, revestido del oropel del falso poder, sólo ofrece inconsistentes ilusiones. Lo verdaderamente poderoso, liberador y beneficioso, es la humildad de no realizar actos que busquen aquello que debería unificarnos mediante complicados ocultismos que separan.

   Aceptar que en lo cambiante unas veces se gana y otras se pierde, que unas veces se está arriba y otras abajo, no lamentándose ni airándose ante esos inexorables vaivenes de lo mundano, es la senda correcta, la dirección ecuánime de la total atención al presente; esa actitud valiente que no teme empezar de cero una y otra vez, hasta que, en su constancia inquebrantable, cae en la cuenta de que es la propia historia personal (el ego) en busca de logros, éxitos, comodidades y triunfos, cualesquiera se imaginen, lo único que fracasa y duele, más nunca puede padecer lo sustancial, lo permanente, el espíritu, la consciencia pura, el ser, o como prefieras nombrar a lo de por sí innombrable. Y de repente la Luz, la comprensión, la dicha y la paz mental que manifiesta lo esencial, lo santo e infinito, se encuentra y se vive donde siempre ha estado y estará, justo en el ahora. Adéntrate en el instante con conciencia consciente... Sé constante, permanece en la paz del ahora que no juzga y se evidenciará, en ese eterno presente autoluminoso siempre presente en toda forma y tiempo, el dulce fruto del Despertar... esta acción constante facilitará tu encuentro interior con la infinitud del Ser. Nada hay que conseguir ni eliminar de lo pleno, tan sólo salir del ensueño de lo fragmentado. Empezar de cero, sin querer añadirle nada al presente, te libera de la ilusión del tiempo y de la carne, del intelecto y su arrogancia de creerse diferente, separado del resto de la vida o especial.

KHAAM-EL



En la constancia se halla la verdadera armonía 
incluso bombardeado por aparentes desarmonías.





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