No hay entramado conceptual ni desiderativo que no se encuentre realmente falto de sentido. Lo complejo sólo acarrea angustia y desazón en el ánimo confuso que busca de acá para allá, de arriba a abajo, una y otra vez, sin hallar esa paz mental que desde lo profundo tanto se espera. Pensar irreflexiva y compulsivamente fabrica mundos de dolor. Únicamente en lo simple, en lo inmediato, en el contento sencillo de ser aquí y ahora, en el bendito flujo del momento desinteresadamente compartido, en el abandono de lo especulativo y fingido, en la honesta confianza de la tolerante mansedumbre, en la jubilosa indefensión de generosa paciencia llena de fe, puede -en verdad- abrirse la mente y el corazón al perfecto Amor de Dios (Nirvana, Tao, Atman, Absoluto)... a esa hermosura sin opuesto, esplendente e incomparable, que Lo Esencial en su pureza rebosa.
Practica mirar un espejo sin atender al reflejo... relaja la observación que te desvía a significar lo en él perfilado y concéntrate en su consustancial transparencia. Medita, contempla u ora en el más profundo silencio intelectual y emotivo... obsérvalo todo desde adentro, desde lo calmo, directo e indescriptible... confía... Luz en la luz... Paz en la paz... Alegría en la alegría. No hay oscuridad, conflicto o penuria que afecten realmente a la transparencia en la que se reflejan todas esas divisoras actitudes... Nada hay en la esencial pureza de la plenitud del Ser que pueda encontrarse separado del Amor y la Vida. Ve al veedor no mirando los deseos o temores que supones te definen y halla la libertad en lo íntimo y sagrado, en la luz calma y gozosa de tu hondura más honda. Atiende, pues, con consciencia consciente a la inmediatez de lo siempre viviente, no proyectando futuros sueños imaginados en un supuesto pasado que empañaban el presente con sus ilusorias perspectivas. Sí, dentro muy dentro, lo infinito palpita aparentemente oculto por la ceguera de mirar afuera... ve hacia lo nucleico y descubre como lo externo nunca tuvo un significado aparte del que le daba el observador.
Imprescindible es permanecer atento a la sutil belleza que transciende lo percibido y que, a su vez, es inmanente a su esencia más pura. Lo vacuo de lo superficial y cambiante es la indeleble presencia de lo esencial y perenne. No creas a los parciales sentidos a pies juntillas. Creer sólo en lo que ven los ojos del cuerpo es la mayor de las cegueras. Apertura tu alma sin temor. El miedo ha de ser ignorado para hallar la verdadera sabiduría más allá de relativos postulados. No pienses únicamente acerca de la vida mientras ésta pasa como aparte, y vive aquí, ahora, intensa y plenamente. La vida vive allende toda interpretación acerca de ella, al igual que una representación teatral ya es completa en sí misma en la mente del literato que la imaginó. Como bien dice 'Un Curso de Milagros': "Las ideas nunca abandonan su fuente". No riñas más con la vida soñando muertes. Un pensamiento de Dios sigue siendo siempre un pensamiento eterno y puro aunque imagine haberse separado de Él por esconderse tras un frágil y efímero cuerpo. ¡Despierta! No te identifiques con lo pasajero y ahonda en lo esencial con constancia, penetra en lo inherente a la paz y la dicha presentes, contempla lo universalmente espacioso en lo particularmente constreñido, y la libertad asomará esplendente para consuelo de tu alma. La perfección no puede perderse realmente... tras las formas hay un contenido incontenible para ellas... la esencia más pura... tu ser... nuestro ser... el Ser... YO SOY en ti, en mí, en todos, en todo... la Vida Eterna en comunión con Lo Esencial e infinito... nuestro único Ser por siempre en plenitud... el Amor.
KHAAM-EL
Saluda a la pureza en lo más hondo de tu alma
y vive de nuevo en Lo Esencial.
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