Acompaña a este escrito la publicación de un vídeo en la que remarco como el ego nada sólido o realmente gratificante nos ofrece, ya que todo aquello por lo que pelea, defiende o construye, la marea del tiempo lo deshace irremediablemente; es por esto, que el ego es una farsa, un mero constructor de castillos de arena... una ilusión vana que se aferra a lo vano. Por tanto, para ser feliz y vivir en plenitud uno ha de soltarse por completo de su seductor influjo.
KHAAM-EL
El ego sólo consigue polvo y olvido porque él mismo es polvo y olvido.
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