Opinar nada tiene de sabio. Creer saber que la vida de uno, y por extensión la de los demás, está circunscrita al cuerpo, no es saber de verdad; pues, apoyarse en la propia debilidad revistiéndola de aparatosa fortaleza no trae más que el sordo malestar del fracaso, del miedo y del conflicto, que por mucho que se quiera justificar es a todas luces injustificable; ya que justificar el íntimo y propio malestar simplemente lo acrecienta, puesto que regodearse en el dolor acaba por convertirlo no sólo en un arma contra uno mismo, sino en una maquiavélica estratagema empleada contra todo, y a despecho de todos.
Te invito a ahondar en consciencia, a meditar de veras, de todo corazón, con constancia y humildad, para poder ir más allá de opiniones y creencias. El afirmarse en lo divisor con dispersa y engreída posición de superioridad, sea moral, intelectual, económica o cualesquiera, es necio, jamás consecuente ni prudente; ponzoñosa fuente de todo mal, estúpida escucha que no oye más que su propio deseo e interés, cretina ceguera que pregona -sin pudor- ver, y palabra cerril que conduce a la devastación y la muerte, porque resguardarse bajo las frágiles y transitorias techumbres que el tiempo construye es encontrarse, en ultima instancia, al albur de la más descarnada intemperie.
Sí, te invito a reflexionar más allá de cualquier personal reflexión, sin suposiciones prefijadas, puesto que preguntar proyectando de antemano debatir la respuesta solicitada, sea cual sea ésta, es un acto terco, vil y deshonesto, para provocar disensión en el nombre de una disfrazada discordia travestida de superficial concordia que a la mínima saca sus afilados colmillos y fieras garras. Comprende y desenmascara cómo el buscar pelea usando palabras aparentemente amorosas es un malintencionado esconderse el lobo bajo la piel de cordero, acechando el momento oportuno para asestar su cruel y mortífera dentellada... y ese, no nos engañemos, es siempre el avieso comportamiento del ego que, en su afán de ganancia, siempre acaba sufriendo la desesperante sensación de insuficiencia que achaca irreflexiva e inmisericorde a los demás.
Es por todo lo antedicho que hay que reflexionar con humildad y entereza, para reconocer sin medias tintas que sacar ventaja del infortunio ajeno es dureza de corazón y cerrazón mental, al no ver más allá del propio querer utilitarista que disimula, las más de las veces, buscando su egoísta oportunidad a costa del otro si es necesario a sus particulares planes.

KHAAM-EL
El mantra que se recita en la canción,'Ap Sahae Hoa Sache Da Sacha Doa, Har Har Har' (Aap Sahaa ee Ho aa), dice:
'El Señor mismo se ha vuelto mi protector. La Verdad de la Verdad me ha puesto a su cuidado, Dios, Dios , Dios.'
Ahora te invito aquí
a meditar de todo corazón...
Despierta...
Y vive feliz y en paz,
en sincera hermandad con el prójimo.
a meditar de todo corazón...
Despierta...
Y vive feliz y en paz,
en sincera hermandad con el prójimo.