jueves, 31 de enero de 2019

INVITACIÓN A MEDITAR DE TODO CORAZÓN

  Opinar nada tiene de sabio. Creer saber que la vida de uno, y por extensión la de los demás, está circunscrita al cuerpo, no es saber de verdad; pues, apoyarse en la propia debilidad revistiéndola de aparatosa fortaleza no trae más que el sordo malestar del fracaso, del miedo y del conflicto, que por mucho que se quiera justificar es a todas luces injustificable; ya que justificar el íntimo y propio malestar simplemente lo acrecienta, puesto que regodearse en el dolor acaba por convertirlo no sólo en un arma contra uno mismo, sino en una maquiavélica estratagema empleada contra todo, y a despecho de todos.

   Te invito a ahondar en consciencia, a meditar de veras, de todo corazón, con constancia y humildad, para poder ir más allá de opiniones y creencias. El afirmarse en lo divisor con dispersa y engreída posición de superioridad, sea moral, intelectual, económica o cualesquiera, es necio, jamás consecuente ni prudente; ponzoñosa fuente de todo mal, estúpida escucha que no oye más que su propio deseo e interés, cretina ceguera que pregona -sin pudor- ver, y palabra cerril que conduce a la devastación y la muerte, porque resguardarse bajo las frágiles y transitorias techumbres que el tiempo construye es encontrarse, en ultima instancia, al albur de la más descarnada intemperie.    

   Sí, te invito a reflexionar más allá de cualquier personal reflexión, sin suposiciones prefijadas, puesto que preguntar proyectando de antemano debatir la respuesta solicitada, sea cual sea ésta, es un acto terco, vil y deshonesto, para provocar disensión en el nombre de una disfrazada discordia travestida de superficial concordia que a la mínima saca sus afilados colmillos y fieras garras. Comprende y desenmascara cómo el buscar pelea usando palabras aparentemente amorosas es un malintencionado esconderse el lobo bajo la piel de cordero, acechando el momento oportuno para asestar su cruel y mortífera dentellada... y ese, no nos engañemos, es siempre el avieso comportamiento del ego que, en su afán de ganancia, siempre acaba sufriendo la desesperante sensación de insuficiencia que achaca irreflexiva e inmisericorde a los demás. 

   Es por todo lo antedicho que hay que reflexionar con humildad y entereza, para reconocer sin medias tintas que sacar ventaja del infortunio ajeno es dureza de corazón y cerrazón mental, al no ver más allá del propio querer utilitarista que disimula, las más de las veces, buscando su egoísta oportunidad a costa del otro si es necesario a sus particulares planes.

  Confundir repetidamente las decisiones erróneas con las acertadas inmoviliza en el error. Más, la sincera reflexión, la contemplación y la meditación, van ampliando miras más allá de lo particular, iluminando horizontes y serenando ánimos afligidos, en un comprender que el despegarse del yoismo va desvaneciendo despacio (sobre todo al comienzo) pero sin pausa todo error; y, que perdonar y perdonarse (acción ésta de inseparable unidad) subsana y clausura finalmente semejante yerro. Porque la vida, en su indivisa esencia, es del Espíritu, no de lo transitorio y frágil. Dios, Tao, Nirvana, Ser, o como quieras llamar a lo que está allende todo nombre, límite y tiempo, es Amor. Sí, sólo el Amor, en su incondicionalidad, Es... Aquí y ahora, siempre, Es lo esencial en ti, en mí, y en nuestro prójimo. Meditemos de todo corazón sin demora, con perseverante ecuanimidad... Recordemos lo esencial, la Verdad de la Verdad, el Inefable Gozo de SER... y compartámoslo.

KHAAM-EL




El mantra que se recita en la canción,'Ap Sahae Hoa Sache Da Sacha Doa, Har Har Har' (Aap Sahaa ee Ho aa), dice:
'El Señor mismo se ha vuelto mi protector. La Verdad de la Verdad me ha puesto a su cuidado, Dios, Dios , Dios.'
Ahora te invito aquí
a meditar de todo corazón... 
Despierta...
Y vive feliz y en paz,
en sincera hermandad con el prójimo.




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