miércoles, 23 de enero de 2019

EL FIN DEL MIEDO SUCEDE RECONOCIENDO SU CONFLICTIVIDAD



"Saber qué temes es lo que te hace capaz de superarlo. Negar que sientes miedo de algo o alguien sólo te hace aún más vulnerable."

Santiago Posteguillo ("La legión perdida")




   No hay conflicto más grande que querer escapar del miedo desde el miedo; puesto que en lugar de resolverlo, lo acrecienta. Hay pues que estar muy vigilante a él y no subestimarlo o sobredimensionarlo con razonamientos egoicos. Comprende, cuanto antes mejor, que cuando sientes miedo y lo niegas irreflexivamente o con resignación te sometes a sus dictados te haces vulnerable, sencillamente porque te conviertes en un extraño para ti mismo creyendo ser quien no eres, pensando que la angustia tiene más sentido que la alegría, la agitación y el conflicto mayor peso que la paz, le resentimiento y el odio más ímpetu que el Amor, y que la condena ofrece mayor seguridad que el perdón. Por eso es imprescindible mirar al miedo de frente, reconocer sobre qué o quien se ha proyectado y superarlo con consciencia desde la raíz misma de esa consciencia que lo forjó. Recodemos, llegados a este punto, lo que la lección 333 de 'Un Curso de Milagros' ( El perdón pone fin al sueño de conflicto) nos propone para ir más allá del miedo, los resentimientos y el sufrimiento causados por la identificación con el ego: "El conflicto debe ser resuelto. Si se quiere escapar de él, no debe evadirse, ignorarse, negarse, encubrirse, verse en otra parte, llamarse por otro nombre u ocultarse mediante cualquier clase de engaños. Tiene que verse exactamente como es, allí donde se cree que está, y tiene que verse también la realidad que se le ha otorgado y el propósito que le ha asignado la mente. Pues sólo entonces se desmantelan sus defensas y la verdad puede arrojar su luz sobre él según desaparece."

   Visto lo visto, amig@, no te escudes en el conflicto surgido del temor proyectándolo contra supuestos enemigos externos que necesitas para justificar tu personal angustia y haz las paces con todas tus guerras internas. Sí, resueltamente perdona tus atemorizadas acusaciones y libérate de la autocondena que acompaña a todo condenar. Acepta el miedo, no lo rehuyas... desenmascara todas sus mentiras de debilidad y desconfianza, de desesperación e inquina. No niegues su intensidad y supéralo mirando con determinación sus irrazonables razones. Ahonda en consciencia y reconoce su conflictividad como la opción errónea que inevitablemente es y te encaminarás en la dirección de su completa disolución... en la dirección de la paz, de la alegría y el Amor, de la plenitud del ser y de la bendición universal.

KHAAM-EL



Silencia todo el discurso del miedo
reconociendo su incongruente conflictividad
y escucha la melódica voz del Alma
que te recuerda desde lo más hondo 
la Divina Unicidad de la Vida.



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