viernes, 28 de mayo de 2021

AUTOINDAGACIÓN CONSTANTE Y HONESTA: LUZ DE LA CONSCIENCIA

    Soñar es ver lo que no está ahí... imaginar posibilidades imposibles y creer que son reales, olvidando la realidad, entenebreciendo la luz de la consciencia en la propia consciencia. Despertar es volver a contemplar en todo su esplendor esa realidad olvidada, que, por cierto, siempre estuvo ahí durante el soñar, alejada de la vivencia directa únicamente por el submundo fabricado en el delirio onírico,
y que nos reclama sutilmente la atención con atisbos y sueños lúcidos que de vez en cuando revelan algo más amplio, más trascendente, más vívido y total.
    Distanciar lo inseparable es fantasear con identidades ficticias que suponen tener autonomía de movimientos y opiniones, no siendo otra cosa que automatismos de inercias de pensamiento, por lo que los recuerdos, surgidos de cualquier identidad elaborada en el olvido que el ensueño provoca, son suposiciones e interpretaciones en una distorsión de un evento visto desde la limitada, aparente y equívoca perspectiva personal.
    Meditemos, autoindaguemos con constancia y honestidad, profundicemos en lo más hondo de la memoria del pensamiento, ahondemos en consecuencia consecuentemente, para poder desenmascarar el automatismo y salir de la ensoñación egoica: ¿Los sueños de un soñador se suceden unos a otros, o convergen los unos y los otros en un sueño mayor que los articula? ¿Despertar para seguir soñando es realmente despertar? ¿Quién despierta? ¿Quién soñaba? ¿Quién soy en verdad?

KHAAM-EL


No hay comentarios:

Publicar un comentario