Publico junto a este escrito el audio de una charla en la que ahondo en cómo toda convulsa y ciega exigencia quita la paz en uno y en el prójimo. Exigencia ésta que siempre proviene del temor que el ego fomenta, de esa irreflexiva sensación de carencia que juzga desde su interesada miopía, nacida de un tiránico ansia de amor y seguridad especiales, porque el ego es miedo a abandonar el miedo, a dejar de exigir u obtener para sí.
KHAAM-EL
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