Llueven los ojos
de incontables olvidados
por quienes viven ciegos y absortos
en las vanas problemáticas de sus comodidades
auspiciadas justo por aquellos que quieren ser recordados,
fariseísmo de fariseísmos, como benefactores de las gentes y los pueblos.
Mas hoy, aquí y ahora,
el tiempo del llanto se acorta
y el de las risas huecas y engreídas también.
El Infinito Amor de DIOS nunca olvida lo principal
y finalmente los últimos, los abandonados y despreciados,
serán los primeros en el Reino Espiritual de la Plenitud y la Vida.
KHAAM-EL
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