lunes, 15 de enero de 2018

EL CIENO O EL CIELO


Es el ser humano
juez, testigo y reo
de todos sus actos 
reprobables.

Viento,
velero y océano
surcando el desierto
de lodo mundano.

Espada de acero
y cieno,
queriendo
lo propio 
y lo ajeno.

   ***

Es el ser humano
luz, fuente y aliento
de todos sus actos
desprendidos.

Viento,
velero y océano
surcando ligero
lo oscuro y lo claro.

Conciencia sin tiempo...
un Cielo
sabiendo
ni propio
ni ajeno.

***

   No te apartes de lo esencial justificando corporales distancias que te angustien. La vida es del Espíritu; el cuerpo, en su frágil barro que siempre vuelve al polvo que lo conforma, sólo es sueño de muerte. Ahonda... Medita... Ve a la raíz y no te pierdas por las ramas. El ego es lodo y cieno pretendiendo el Cielo sin abandonar su particular infierno. ¡Una dolorosísima incongruencia! No identificarse con sus juicios es recuperar la cordura, porque nacer para morir es un absurdo que se pensaba lógico; ya que querer vivir en lo que muere no era más que hallar lo que no se desea en todo aquello que, por un tiempo en el tiempo, se deseaba.

   Elige el Amor y no sucumbas al miedo... dejarás de arrastrarte por el cieno, elevándote feliz e ingrave hasta la plenitud del Cielo. ¡Despierta! ¡No te distraigas con vanas ilusiones egoicas que se vuelven pesadillas! No hay duda, entre el cieno o el Cielo la única opción es ésta última.   Agradece... Bendice... Ama.   Namasté.

KHAAM-EL




Elévate por encima del aciago y moribundo cieno del ego
y brilla con la luz pura que eres en el eterno Cielo del Amor en acción.




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