miércoles, 24 de enero de 2018

PÉTALOS DEL PÉNDULO . .


Veo que tras la densa noche siempre aparece el día.
Veo tempestad tras calma...
y calma tras tempestad.
Veo en migración a miles y miles de aves errantes.
Veo el constante peregrinar de elementos y fuerzas,
de astros -soles o planetas-,
de voces, luces e ideas;
de esperanzas y desvelos,
de soplos, cantos o lloros.

¡Contemplo a todos los seres!

Desde más allá del tiempo
observo el pendular del mismo,
sereno, ecuánime... en paz.

Veo que todas las cosas caminan hacia un futuro...
Pues todo un cosmos germina
Pues todo un mundo florece
Y todo jardín transpira
Y toda hora languidece
Y toda flor se marchita.
Veo que lo marchito, a su vez, con vigor rebrota.
La desintegración reintegra los átomos de nuevo
-todo lo yermo... reverdece-.

Pétalos del péndulo...
la entraña busca su destino
-no merece la pena deshojar el haz de sus flores-.
La luz perfuma con su dulce fragancia de eternidad
las pasajeras formas que se agitan en el mundo.
Aparecen sendas vírgenes y desnudos caminos
orillados por las vivificantes aguas de ríos intemporales...
La carne será su nave
El tiempo será su límite
Y su rumbo la esperanza.














Se alzan o se hunden continentes en la sima del tiempo.
Se resquebrajan siluetas golpeadas por el rayo
y el cielo besa horizontes con el néctar de sus nubes.
La Consciencia crea y se recrea en perpetuo caminar...
Surca la espuma los mares ondulando su alba cresta
convertida en clepsidra de recurrente ciclo azul.

El hálito camina como un inquieta pupila
que anhela abarcar cualquier hondo rincón del universo,
los tiernos pastos, a veces, se esconden tras sucios lodos
o renuevan su manto tras los yermos días de invierno.
-Un paisaje es un reglo al alma danzarina y libre-.

Se desliza la mirada junto al silbo de los vientos
como una lúcida y liviana transparencia inmediata
definiendo los pétreos muros de las cordilleras,
susurrando nimbos y cirros que se dibujan breves
o acariciando la fina arena de desiertos inmensos
que terminan donde empieza el verde de los bosques.

Es el cosmos camino y vereda...
Palpitante senda...

Pétalos del péndulo
toda entraña hallará su sino
y morará en las benditas aguas de océanos eternos
tras recorrer sendas vírgenes y desnudos caminos.

KHAAM-EL




Contempla la danza del mundo en paz,
sin apego ni rechazo, 
y en el tiempo experimentarás la eternidad.





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