lunes, 29 de enero de 2018

DESPEDIRSE DE LO EGOICO DA LA BIENVENIDA A LA INFINITUD DEL SER

   No pegues portazos para cerrarle la puerta a tu angustia ni a aquellos que parecen provocarla; más bien, quédate abierto e indefenso, humilde y sincero, amoroso y claro, mostrándoles a todos los que pretenden avasallarte, instándote a que tomes partido de forma personal, la determinación de permanecer ecuánime y veraz, y aunque te partan el corazón con desplantes o distanciamientos tú decides seguir enamorado de amar. Nunca enfrentado ni buscando separar, siempre apuntando a la unión esencial, la paz de espíritu y el Amor. Se humilde y bondadoso. No te apegues a lo que es nada porque por un tiempo parece algo y comparte con tu prójimo lo que la vida te trae para que todos sean felices y encuentren plenitud. Que tu afán sea la Verdad por encima de todo. No te quedes enredado en los sueños del ego. Despierta del juego de las excusas y dile adiós a la flaqueza revestida de firmeza que no es sino obstinada rigidez y encuentra, aquí y ahora, en la quietud de la aceptación profunda, la verdadera firmeza que se expresa en el tiempo sin ser del tiempo y donde suavemente imprime las huellas a seguir para retornar a la intemporalidad de la Divina Unicidad.

 Mantente vigilante de tu pensar y reaccionar. No te dejes llevar por expectativas o te decepcionarás una y otra vez sin remisión alguna. Sé completamente consciente de la consciencia misma para evitar las trampas del autoengaño y despídete del ego en el reconocimiento de la alegría del espíritu. Mira sin juicios traídos por la memoria y oye sin tus propias palabras interfiriendo la escucha. No te quedes con el sufrimiento imaginando que es inevitable. Si estás cansado de repetir siempre la misma historia de dolor dile adiós a lo antiguo para que venga así lo nuevo. Estar en constante y gozosa despedida de lo transitorio y mundano posibilita estar en eterna bienvenida a lo santo y bienaventurado. Hay un espacio diez, un espacio de matrícula de honor en lo más profundo de tu alma, que si lo cultivas con amorosa decisión y dedicación, con total honestidad e interés universal, acaba con todos los personales suspensos que querías evitar sobresalieran mostrando un dulcificado rictus que no era realmente el que sentías. Haz las paces con el pasado y perdónalo todo perdonándote completamente. Dile adiós a las caretas y a los fingimientos, a la soberbia y a la vanidad. Despídete de los planes del ego y se desplegará ante ti la solución establecida antes de todo antes... esa profunda paz de espíritu que trasciende los asuntos del mundo para depositarte en el Cielo. Simple y sencillamente porque despedirse de lo egoico da la bienvenida a la Divina Unicidad... a la Infinitud del Ser.

KHAAM-EL




El pasado pasado está...
aceptado y perdonado...
Despídete de tus temores y expectativas, 
sabrás que lo mejor está siempre por llegar
en un futuro inesperado que ya se conoce feliz presente
en la infinitud de Ser indivisos a la Divina Unicidad.





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