Nada hay que conseguir en particular
ni tampoco tenemos nada que demostrar.
Todos somos uno en Dios.
Confiar y no secundar la angustia del recelo
conlleva la innata alegría de saberse bendecido
según se bendice la vida sin cesar.
Servir a Dios es servir a todos...
y, servir a todos, te incluye a ti.
No te quedes, pues, en la oscuridad del egoísmo,
que va dando tumbos en el tiempo
buscando no sabe bien qué;
y vive feliz, ahora, en paz, siempre...
compartiendo la Luz del Amor.
KHAAM-EL
Sirve con Amor
y en plenitud de Amor vivirás
porque Dios es verdaderamente Bueno...
Y ni tú ni nadie estamos separados de Él.
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