martes, 23 de enero de 2018

LA PALABRA MÁS HERMOSA

   La palabra más hermosa es siempre, fuere la que fuere, aquella que brota de un corazón sin miedo, porque un corazón sin miedo sólo puede ser aquel que late completamente entregado a la Divina Unicidad; no deteniéndose ya en apegos ni lanzándose tampoco irreflexivo tras sueños vanos, expresando y realizando únicamente, por lo tanto, unión esencial, Amor verdadero, paz de espíritu y libertad del alma allende las transitorias e insustanciales sujeciones mundanas. Así que no te fijes en la formulación de tu vocabulario, o del vocabulario de los demás, sino vigila cuidadoso, más bien, desde donde brotan las palabras que lo conforman y serás un extensor de la Verdad, un mensajero de la Plenitud, un dador de felicidad y sosiego al alma de tu prójimo que aquí, ahora y siempre, sabes indivisa de la tuya. Porque de nuevo eres presencia presente, consciencia consciente, comunión eterna, vivir ilimitado...

   Sigue el ritmo de la vida... La poesía es la esencia del Amor en el lenguaje. Mantente atento al corazón y no divagues con justificaciones personales... las palabras son símbolos y su valor viene dado por la intención empleada en su utilización. No lo olvides nunca, la palabra más hermosa es la que proviene del alma y no del ego; es la palabra que invita al Amor y no una mera estructura conceptual que puede fingir ser lo que no es. ¡Ojo! La palabra más grosera puede camuflarse de apariencia dulce; pues, por ejemplo, aun nombrando el concepto unión la intención puede ser divisora cuando se refiere a la unión de unos pocos contra otros. Y el Amor, en su genuina unión, o es total o no es Amor. Por eso, la palabra más hermosa es la que invita a la unicidad plena, incluso utilizando el vocablo: separación; como en la frase que sigue: sepárate de lo que separa y serás feliz y harás feliz.

   Auténtica honestidad, confianza, alegría, paz y generoso compartir, lo que no abunde en esto, por muy bien pronunciado que esté, no es más que hueca palabrería. Más, cuando se está consciente de lo esencial, bendito y eterno, todas las palabras son ahora la palabra más hermosa, al conformar todas, en indisoluble comunión, un único mensaje de Plenitud de Amor.

KHAAM-EL




La palabra más hermosa
brota siempre desde lo más profundo del alma...
Pronúnciala, exprésala, realízala...
y la Divina Unicidad no será un concepto
sino vivencia plena.

Namasté.




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