"¿Qué te prometen tus sueños? Ilusiones nada más. Si sigues la voz de tus sueños te convertirá en un zombie, pues serás un vivo experimentándose muerto."
Bernardo Montalvá (Berni)
* * * * *
Mucho siempre es poco comparado con la plenitud, por lo que acumular es, en toda circunstancia, perder la dicha presente; al tomar una pesadilla por un cuento de hadas y creer como posible lo imposible, en un frenesí compulsivo de querer más por sentirse menos. ¡Despierta de tu sueño que sueña un personal despertar! Sólo lo indivisible e impersonal, la consciencia, trasciende el mundo efímero de los cuerpos que viven para morir. Recuerda desde lo más hondo del alma las palabras del Cristo en Jesús: "el espíritu es el que da la vida, la carne para nada aprovecha". ¡Despierta! La Verdad no se encuentra en sueños jamás; sólo más allá de todos ellos se encuentra, inafectado, lo real... la plenitud de la Divina Unicidad.
Escucha la paz de espíritu que silencia la voz del ego y sabrás lo que hay que saber al no valorar aquello que es, tan sólo, mera ignorancia aparentando saber. Mira allende lo aparente... siente más allá de todo sentir... aquieta el ánimo y no te precipites con los prejuicios que condicionan por suponer lo perceptivo como sustancial. Abre tu mente a lo insospechado e inimaginable.., quédate presente en el presente siendo presencia ecuánime. No sigas las promesas vanas de lo carente de significado u olvidarás el significado de lo inmediato y pleno, de lo feliz y veraz. Una ilusión de vida es una desilusión mortal y una desilusión de las ilusiones, un despertar a lo real. Vive ahora, pues, consciente de la consciencia y no mueras futurizándote en egoicos sueños que no son más que una pantomima de vida. Reconoce lo esencial, santo e inefable -desechando lo banal y separativo como inútil-, y nunca más el horror pospuesto de una imaginada y temida disolvencia de ser.
Ama, y no te apegues a los asuntos transitorios... comparte pacíficamente de todo corazón con tu prójimo esencia, alegría y bendición... de repente, espontánea y milagrosamente, el despertar a lo real, santo y eternamente bienaventurado.
KHAAM-EL
Pacíficamente el Espíritu acalla la voz del ego
y los sueños de muerte tocan a su fin
en la eterna plenitud del Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario