Dentro y fuera no está separados salvo en la ilusión perceptiva del ego. Dar nunca puede significar perder porque en la naturaleza santa del Amor, dar es extender. Únete al instante presente sin remilgos y lo esencial se realiza sin angustias ni pesares... en verdad nada es lo aparente... Medita... Comprende... Conoce... Toma consciencia de la consciencia misma. No des por supuesto lo que piensas, crees o imaginas... Penetra hasta la raíz misma de la que brota el pensamiento. Sí, ahonda en el presente con la mente clara y libre de juicios... y lo infinito se hará evidente. ¡Bendiciones! La lejanía se convierte en cercanía cuando no se juzga ni compara, cuando no se planifica, desea o añora, cuando no se personaliza ni cosifica... Y cuando, al fin la paz mental abarca todas las circunstancias y relaciones, todo es cercanía rebosante de plenitud, así ahí, en el silencio del ego, la Divina Unicidad es notoria y vívida como antes de todo antes y como después de todo después... porque no existen distancias donde hay Amor... y Éste, por lo tanto, es eterno.
Que no te amilane la sensación formal/temporal y profundiza en el instante del instante... en la consciencia consciente de la consciencia en sí. Descubrir lo oculto no crea eso que se descubre, por lo tanto no tienes que esforzarte por mejorarte o iluminarte, sino eliminar los obstáculos que en tu propia mente piensas ocultan (los pensamientos egoicos) la presencia de la Claridad que ya eres, de la Verdad que ya eres, de la Plenitud que ya eres, del Amor que ya eres... Medita, autoindaga, vacíate de lo personal, y reconoce, en un instante santo e intemporal, que el tiempo sólo es una idea en la mente porque no hay distancias en el Amor, ni Éste necesita jamás de relaciones asociadas especialmente para cubrir un supuesto hueco... porque la vida, la real y plena, nunca es del ego y sus transitorios cuerpos que, en su limitación, se sienten malditos y mortales; sino que es del espíritu, en eterna unicidad y bendición.
KHAAM-EL
Nada está separado del Amor...
no escuches al ego y despierta a la Plenitud que ya eres.
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