viernes, 11 de noviembre de 2016

LA ESENCIAL ENSEÑANZA DEL DESPERTAR . .


   La Luz del alma se experimenta en la libertad de lo pleno. Lo ilusorio siempre es esquivo a la razón y se muestra tentador y distractivo. Desatender todo aquello que no tiene significado conduce la atención de manera natural hacia aquello que sí lo tiene. Ser consciente de la consciencia misma facilita la discriminación de lo esencial frente a lo superfluo. Sólo lo que es para siempre realmente es, por eso no limitar con juicios expande la mente hasta ámbitos insospechados. Meditar, autoindagar con honesta constancia, ahondar en el meollo mismo de la existencia inmediata de ser, permite la liberación del autoimpuesto sistema de pensamiento egoico.

   Abriendo la mente a lo inimaginable reaparece lo real; pues, comprender que no puede comprenderse lo incomprensible con la comprensión perceptiva, resuelve la incomprensión que perpetua los sueños en una búsqueda estéril que intenta encontrar sentido a un sinsentido. La Enseñanza plena del Espíritu, con infinita paciencia, se repite una y otra vez porque, una y otra vez, la mente repite el apego a lo personal y egoico, a lo que limita y separa. Es una perenne invitación a la libertad, porque la vida, la auténtica vida, no puede surgir para morir; es para siempre, en esencia y trascendencia, en plenitud y certeza, en comunión y dicha. La vida es amor, nunca miedo. Eso es despertar del sueño de la carne, del infierno del dolor, de la pena, de las dudas y del miedo.


   Nada hay que hacer de forma especial para que la luz de la consciencia, clara como el sol del mediodía en un día calmo de verano, ilumine el transcurso del cotidiano vivir en el tiempo, dirigiendo magistralmente el camino de retorno a la comprensión última de la unicidad del ser desde lo más profundo del alma hasta el último rincón del universo, que no puede estar separado ciertamente de ti ni de nada ni de nadie. Mira con amor en tu interior y verás lo infinito. No trates de tratar como conseguir la plenitud que ya tienes (que ya eres) o te sentirás carente; tampoco te afanes en procurar tener lo que pasa, pues eso ya es perder. Comparte de corazón y te sabrás felizmente completo en la Divina Unicidad. ¡Bendiciones! Bendice y te sabrás bendito. No proyectes ningún plan que venga de lo personal, no sigas los deseos ni huyas de los temores. Viértete confiado por el curso inevitable de los tiempos hacia la definitiva intemporalidad. No te compliques con intentos de simplificar. Quédate quieto en tu mente. No protejas tu corazón. Sé simplemente justo aquí, precisamente ahora, no dándole valor a lo pasajero... de repente la luz, el conocimiento de antes de todo tiempo, lugar o circunstancia, que acaba con la posibilidad de significar un después de todo aquello que nunca tuvo significado. Y, sencillamente, la completitud indivisa de vida eterna... Gratitud infinita... Amor. Esta es la Esencial Enseñanza del Despertar

KHAAM-EL




No hay tensión cuando se acepta la aparente tensión de las formas.
Profundiza en la Esencial Enseñanza del Despertar,
que desde las palabras te lleva más allá de ellas,
y mediante su invitación a la autoindagación sincera y valiente
libera de supuestos, opiniones y creencias...
hasta una música interior de completa unicidad de Amor y Vida eterna.








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