miércoles, 13 de febrero de 2019

LO ESENCIAL O ES PARA TODOS O NO ES LO ESENCIAL




   "Solamente cuando dejamos de tener miedo empezamos a vivir cada experiencia -dolorosa o placentera-, a vivir agradeciendo cada momento, a vivir en abundancia."

Dorothy Thompson




   En el mundo probamos decenas de estrategias, cientos de planes, miles de justificaciones, intentando encontrar una satisfacción duradera para un yo temeroso (el ego) que nunca llega plenamente a alcanzar, por mucho que se haga el valiente frente a lo que no puede evitar le angustie si antes no lo ha rehuido con impúdico descaro excusativo -que le deja igualmente con la amarga sensación del descalabro-. Únicamente cuando abandonamos la sumisión a sucumbir al embrujo que el miedo provoca o renegamos de la temeridad de disimularlo podemos mirarlo de frente. Y así poder de veras reconocer su absurdidad, su inconsistente discurso de recelo y poquedad, hallando de inmediato paz, libertad, alegría, Amor... viviendo al fin en genuina hermandad, presentes, sin la ansiedad de la carencia aún en medio de experiencias dolorosas o adversas... Y en esa fe íntima y desligada de lo egoico vivenciamos la auténtica abundancia: la Plenitud de Ser.

   Hemos de comprender con la claridad de un luminoso y bello día de primavera que la prosperidad o es para todos o no es prosperidad, que la alegría o es de todos o no es alegría verdadera, que la paz es para todos o nos son más que treguas entre batallas, que el Amor es de todos o no es Amor sino una triste mezcolanza de meras relaciones separativas que acrecientan el miedo. Así que reconozcamos que buscar la satisfacción individual en detrimento o ignorando la del prójimo no es más que una quimera que acaba por devorar a todo aquel que en semejante afán deposita sus miras. Porque ningún logro parcial puede ser considerado como tal, pues lo que no es íntegro no tiene verdadera sustancia y lo que no tiene sustancia termina por desmoronarse en su propia inconsistencia, dejando un sabor agrío y ponzoñoso en todos aquellos labios que besan apasionadamente las ostentosas baratijas de lo mundano.

   Despertemos hoy, aquí y ahora, para siempre, de la frustrante ilusión de que lo vano, superficial y aparente tiene algo que ver con lo esencial, real y pleno. No lo dudemos más, abandonemos los juicios que provienen del temor egoico y confiemos. No hay felicidad en el miedo ni encontraremos vida en lo que muere. La Luz disipa toda tiniebla sin esfuerzo ni tensión y lo eterno nunca puede verse afectado por lo impermanente. Vacíos de lo que vacía, todo; vacíos de lo que es nada, puro Ser. Ahondemos, pues, en lo sustancial, en lo nucleico, perenne e indefinible. Seamos conscientes de la consciencia con lúcida conciencia y evidenciemos cómo lo esencial o es para todos o no es lo esencial... Y, de súbito, como dice la frase de la fotografía que encabeza este escrito: 'Sentimos libertad. Respiramos paz. No juzgamos. Nos respetamos. Nos queremos. Nos Amamos. Hemos hecho (por fin) lo único que nos quedaba por probar: Vivir sin miedo'.

KHAAM-EL



Lo esencial es como una flor en el desierto,
por muy árido que éste sea
gracias a ella 
en él hay vida, fragancia, belleza.
De igual manera 
por muy penoso que sea nuestro estar en el mundo
gracias a la pureza del Alma
en él hay eternidad, inocencia, Amor.

Nunca olvidemos lo esencial:
La vida es del Espíritu, no de la carne.

NAMASKAR




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