1.
No necesitas tiempo ni lugares especiales para llegar a Dios; tan sólo entregarLe todo tu tiempo y todos tus lugares.
2.
Cuando atisbas 'Lo Inefable' ya no hay fisuras. Todo es uniforme. Todo está llano. Ahora sólo has de andar sin agobios, has de correr sin prisas, has de hacer sin hacer... Y luego, sin esfuerzo, levantar el vuelo; porque al fin, más allá de lo temporal, dejas que se te lleve, permites que se te guíe y confías que se te revele la Divina Unicidad en lo más hondo de ser.
3.
No hay nada más bajo que creerse superior ni nada más luminoso que no pretender brillar; sencillamente, la luz brilla sin esfueerzo ni tensión y quien no se encumbra jamás se siente rebajado.
4.
Mantente vigilante de lo esencial, santo y eterno. Alejarse de la consciencia presente fabrica delirios que finalmente angustian por su su banalidad, egoísmo y brevedad. No te disperses, por tanto, con conjeturas futuras ni divagues con remembranzas. Acércate al sosiego de una mente plenamente presente, a la alegría de un corazón generoso; sí, acércate más y más a lo esencial, santo y eterno, hasta que no exista separación alguna y todo sea uno.
5.
Confía y ama... Ama y confía. Comparte y bendice... Bendice y comparte. Vive feliz, sin miedo, con la despreocupación de las flores, de las espigas, de los racimos y de los pájaros; que sólo se ocupan de dar belleza, frutos y trinos.
6.
Nadie hay que sea especial en esencia y en verdad, esa es la grandeza de la Divina Unicidad... esa es la bienaventuranza de la Plenitud... esa es la gloria del Amor... esa es la paz de lo Eterno.
KHAAM-EL
La verdadera vida, la auténtica y plena,
se vive sin apego a lo personal, sin la ilusión egoica,
con la total entrega a Dios...
a ese Amor inacabable que nos trasciende e infinita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario