Acompaña a este escrito un vídeo de una charla en la que constato como en una ilusión la única posibilidad de no dejarse atrapar por ella es mantener la consciencia atenta al presente y contrastar con ecuánime resolución lo que es impermanente y frágil (el ego y sus interesadas historias) con lo que es permanente y consistente (la paz de espíritu que trasciende toda personal historia)... Un vez visto esto en profundidad y realizado una aceptación sin prejuicios, la ilusión pierde todo su aparente poder de engañar y la Pura Consciencia se evidencia sin óbice ni excusa. Ahora, de nuevo, lo obvio y sencillo: el ego es mentira; la plenitud de ser, verdad. Lo personal no tiene valor, lo universal, santo y eterno, sí.
KHAAM-EL
Lo que deja de ser, es ilusorio; luego es falso.
Lo que siempre es, es real; por tanto, es cierto.
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