CONOCIMIENTO VERAZ

    Cuando con tremendo estrépito el árbol carcomido se derrumba, en un instante terrible y violento, es consecuencia de un largo proceso de interna podredumbre. Igualmente, cuando una sociedad o civilización colapsa no es sólo resultado de las últimas negligencias y equivocaciones, o de la egoísta e indolente molicie de postrera hora, o de oscuras perversiones y corrupciones que en el presente a veces se destapan, sino un cúmulo de todas ellas que a lo largo de las décadas -o incluso siglos- la roen por dentro y la corrompen. Por tanto, no esperemos bondades de la maldad, paz de lo competitivo, ni verdadero beneficio del engaño y la codiciosa irresponsabilidad. Así que, hermanos en la Divina Unicidad, estemos prevenidos y vigilantes frente al posible inminente derrumbe general. 

    Mantengámonos despiertos ante el extendido letargo que la inercia de costumbres perversas inocula con secreta arrogancia, maleducando en nombre de la buena educación y coartando libertades básicas pregonando una libertad que no es sino coercitivo abuso y libertinaje; seamos voz tonante que sacude conciencias, honesta actitud que comparte con fraterno corazón y firme mano tendida para el angustiado que nos solicite ayuda. No flaqueemos ni desesperemos, de lo caído surge renovada vida. Sin duda, de los errores se aprende, y cuanto mayores, mayor será lo aprendido.

    La verdad es verdad y no se encuentra en lo oscuro ni se propaga elitistamente, sino que se complace en la luz que nos dignifica en espíritu; revelándonos que somos de lo eterno, amoroso e inmaterial, no de lo temporal, egoísta y mundano. Cuanto antes aprendamos y apliquemos como humanidad este conocimiento veraz, antes viviremos en plenitud y bendición.

KHAAM-EL