Zurcir lo disperso para que asemeje unidad es prologar descosidos. Se resquebraja la lógica mundana en millares de fragmentos conceptuales, conformando un inmenso rompecabezas que con premeditada malicia y calculada estrategia, rompe las cabezas y cortocircuita los sesos de todo aquel que no se mantenga consciente de la consciencia en sí.
El ego y su discurso lo tejemaneja todo en una amalgama de lo más variopinta tratando de encajar lo inencajable: esto con su contrario, aquello con su opuesto, lo otro con su adversario... un mareante maremágnum de proporciones desmedidas, una engreída erudición hueca y absurda, una altisonante plática pronunciada a un auditorio abarrotado de ausencias, un entramado de inconsistentes postulados intentando introducir la realidad en sus endebles y limitadas teorías de vistosa palabrería pero nulo contenido, una enciclopedia de tecnicismos, premisas y definiciones al gusto del compilador procurando el adoctrinamiento del consultante, para la obtención de un puñado de votos arañados al contrincante o la sumisión, más eficaz, de una gran cantidad de indecisos y temerosos ganados a su codicioso posicionamiento.
Lo que es indiviso no necesita remiendos. Lo que es cierto no precisa encajar falacias o encumbrar suposiciones. Lo que es real no divaga con teorías, ni mucho menos juguetea con fantasías. Lo sencillo y humilde conoce directa e inmediatamente lo que lo complicado y arrogante ni atisba: la Divina Unicidad que en esencia todo lo sostiene y vivifica. El Amor es Verdad. Lo intemporal trasciende tiempo y formas. No identificarse con conceptos sosiega la mente y reconforta el corazón.
Sólo seremos libres, de cierto, cuando no nos dejemos seducir por el taimado blablabeo de interesados vendedores de humo, que tasan lo que es gratis y encarecen despiadados el resto para seguir llenando sus obscenas arcas con el sudor y el dinero del prójimo, mientras señalan impúdicos a otros como los culpables de su latrocinio (tal como Nerón acusó a los cristianos del incendio por él mismo provocado) para así desviar la atención y poder salirse -malévolamente- con la suya mientras los engañados se enfrentan entre ellos.
KHAAM-EL
No hay comentarios:
Publicar un comentario