PARA QUIEN DE CORAZÓN ANHELA LA VERDAD Y LA VIDA, EL AMOR Y LA PLENITUD

    La luz más alta viene de lo más hondo, de lo más íntimo... bajo las ardientes arenas del desierto discurren ríos de agua limpia y fresca. No hay viento sin espacio ni vida sin Espíritu Santo. El fuego de millones de estrellas es como una solitaria vela en una noche encapotada y sin luna ante el esplendoroso fulgor del Inefable.

    Regocijaos los que de corazón perseveráis en lo esencial, eterno y sagrado, ahora es el comienzo de vuestra cosecha... la buena siembra y su constante cuidado ha dado buen y abundante fruto. Alimentad al hambriento. Nutrid al abatido. Bendecid al humilde. Habladle al mundo sin miedo de lo Divino. Confiad. Todo va bien... en el fondo del océano, el oleaje bravo de la tormenta jamás afecta a los peces en sus profundidades. Más sabed que en el Infinito Amor de DIOS, el Camino, la Verdad y la Vida os he pescado para el Cielo... pescad, pescad, pescad en Su Nombre. Sois Amor, de Él venís y en el permanecéis.

    Abrid los ojos del alma y mirad la vorágine del mundo. No os engullirá. El alma sobrevuela la carne, pues ésta no es su auténtica morada. Alegraos. No moriréis. El cuerpo es como una pintura de un cuadro. Lo importante, crucial y esencial es el pintor que la plasmó y su motivación. Que vuestra motivación en el mundo sea santa... un propósito de Amor y Vida Eterna. Dejad que la Palabra, la vivificante Palabra de DIOS, os preñe y dé a luz la Luz Infinita por derredor vuestro, para que quien de veras quiera escuchar y ver lo que el mensaje de plenitud ofrece comprenda y enmiende, vislumbre y camine.

    Paz, Bendición e Infinitud.

KHAAM-EL