jueves, 19 de octubre de 2023

CAMINO DE CAMINOS, SENDA A LA PLENITUD DE DIOS

    Hay un camino que no es como los caminos del mundo al que puede llamársele el Camino de caminos, una estrecha y luminosa vereda entre oscuras anchuras que destapa, denuncia y rechaza toda hipocresía y maldad, cualquier avaricia y soberbia. Una humilde trayectoria vital de honrada y desinteresada camaradería, una senda de colaboración con el prójimo para el bien de todos y no sólo de unos pocos, que conduce de vuelta al Cielo, de regreso a antes de todos los tiempos, a antes de todos los cuerpos, a antes de todos los personales miedos y deseos, a la eterna plenitud de la Divina Unicidad, al Corazón de DIOS VIVO.
    Sí, el Camino de caminos, sin duda, es un recorrido de constancia y entereza en lo correcto, en lo leal, en lo fraterno, en lo universal, un arduo caminar; pero, a quien ese rumbo tome, de seguro, toda la ayuda, valor y guía del Santo de los santos le será dada. Recuerda, amigo/a, las palabras de Jesús de Nazaret: «No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos Mateo 10, 26-31. 
    Sí, así fue dicho por uno que sabe, y así es, hay un Camino de Verdad y Vida, que trae el Poder de Dios al mundo para salvarlo de su sufrimiento y locura, de su idolatría, falsía y desenfreno, de su egoísmo, decrepitud y muerte, para todo aquel que transmita desinteresadamente Su Amorosísima Palabra de perdón y de salvación, de hermandad, esperanza y pureza. Pero, ojo, hay que conocer, y bien pronto, que el poder de la Palabra Viva no está en la palabra conceptual, no se encuentra en el oral o escrito decreto emitido, sino que se manifiesta por la profunda y sentida intención que subyace tras su proclamación.
    Es siempre el Espíritu en la palabra, y nunca a la inversa, quien dota de significado a la Palabra; sin Él la palabra es palabra muerta, hueca e ineficaz, absurda y burda, por muy hermosa o canora que se pronuncie o transcriba. Si lo proclamado o decretado parte del ego su resultado será siempre nada, cero, nula consecución; puesto que 'el ego y el espíritu no se conocen' (UCDM). Más, si lo que se pronuncia viene sinceramente del Espíritu, es la Palabra veraz, poderosa e íntegra, y se manifestará indubitablemente en el momento idóneo, exacto y preciso, ni un segundo antes ni un segundo después, porque su propósito último es el bien de todos cual uno solo y no el de una parte.
   Sí, así es, sin duda, este es el Camino de caminos, el Camino de la luz y la salvación: expresarse y actuar desde un corazón limpio, agradecido y entregado, unido a una mente en paz que vive al servicio del completo bien común, sin escoger a unos pocos preferidos para ese bien frente a otros muchos excluidos del mismo por prejuicios o intereses personales. Todos caben en el Amor de Dios. Decretar una bendición y rechazar a alguien o algo de antemano, únicamente acarrea desgracia al que la emite, pues hay una oculta intención oscura, excluyente y divisora, o, lo que es lo mismo, una maldición disfrazada de bendición. 
"No todos los que dicen Señor, Señor, entran en el reino de los Cielos, sino el que hace la Voluntad de mi Padre que está en los Cielos." Mateo 7, 21. 
    Discernimiento, quietud interna y humildad... si se alimenta el fariseísmo, la voracidad insaciable de la codicia secará el corazón y nublará el entendimiento. Hay que estar muy despiertos y conscientes para no sucumbir a las arteras seducciones del ego que promete mucho y da a antojo, sólo para arrebatarlo después; Pues, «mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.»  Lucas 12,15.
   Sonríele, hermano/a en Cristo, a la vida; sonríele al prójimo; sonríele a la adversidad y al que busca tu mal, encarándolos de frente y perdonándolos; sonríele al mundo entero en su loco frenesí, y perdónalo ("no sabe lo que hace"), sonríete a ti mismo, y perdónate (ahora sí sabrás lo que haces). Vive en la gratitud permanente, y extiende esa alegría y paz interior con profusión. Todo te irá bien, sin duda, si confías en DIOS y sigues el Camino que Él te invita a transitar. Por éste, y no por los que de forma mundanamente personal construíamos, encontramos solución a todas nuestras angustias e incertidumbres, hallamos curación a todas nuestras debilidades y muertes, descubrimos la inagotable alegría que mora en el corazón, porque por este Camino de caminos, vamos en compañía de la Verdad y el Amor que nos hace libres, que nos da vida en abundancia, vida en plenitud, al resucitarnos del imperio de la carne según nos conduce sin desvío al espiritual y eterno Reino de los Cielos.

KHAAM-EL

 

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