Paz en el alma, a todos.
Palabras silenciadas.
Pañuelos de colores
por confort no ofrecidos
a los desconsolados.
Rencores furibundos
contra uno que ya no soy.
DIOS rescata y nos cambia.
DIOS es fuerza imparable
de inefable destino
se quiera o se desdeñe.
Llegada. Puñal. Dolor.
Pasmo el que hoy me inunda
con el corazón roto,
lágrimas en los ojos
y una acidia profunda.
Grande es el desaliento
tras el encuentro ciego
que a la mano presta punza.
Perdón. Camino. Adiós.
Palabras pronunciadas.
Reparador espacio
que consuela a quien sí soy.
Toda la ayuda llega
colmando de luz lo hondo.
DIOS se escoge en el presente;
demorarse es flaqueza,
tibieza y osadía
de deplorable sino
se crea o se descrea.
A todos, en el alma paz.
KHAAM-EL
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