domingo, 3 de marzo de 2019

EXTENDIENDO LA LUZ +


   "La tarea del obrador de milagros es, por lo tanto, negar la negación de la verdad. Los enfermos deben curarse a sí mismos, pues la verdad mora en ellos. Mas al haberla nublado, la luz de otra mente necesita brillar sobre la suya porque dicha luz es la suya."
Un Curso de milagros T 12. II. 1



   Confía en la confianza. Nunca confíes en la desconfianza. Las premisas y postulados excluyentes se destruyen entre sí, mientras que los principios inclusivos se armonizan creando sinergias conducentes al Amor, la Dicha y la Paz.

   El corazón perdona y confía... confía en él.
   El ego resiente y reclama... desconfía de él.

   Inclúyelo todo, incluyéntote a ti mismo en esa inclusión, y lo sincrónico te ubicará en aquello que estuvo siempre más allá de lo ubicable. Sencillamente, aprecia este instante en su pureza original y no lo mancilles con resentimientos pasados ni expectativas venideras. Vive y deja vivir. Reconoce el flujo natural de la vida como amigable a pesar de las apariencias y lo pleno e indivisible despuntará en tu mente evidenciando como el contemplador es indiviso de lo contemplado en la contemplación misma. Mira ahora las miradas y no desconfíes del Amor. No condenes. Sé paciente. No huyas. No agredas. Ofrécete de corazón. No te escondas. No excluyas ni te excluyas... o te avergonzarás de tus propios pensamientos y enojado repudiarás lo bendito, santo y lleno de paz.

   Recuerda... el Amor no está sujeto por el miedo porque no sabe de separaciones ni recelos. Mantente presente y conoce cómo la existencia no sabe de ausencias pues el Espíritu es Presencia, Inextinguible Luz, Vida Eterna, Infinita Pureza. Sé firme y reniega de todo aquello que niega. No busques no buscar... y encuentras. No pidas no pedir... y recibes.. No camines no caminar... y llegas. No culpes no culpar... y refulge la inocencia en tu corazón. No mires no mirar... y nada queda oculto. No des no dar... y tienes. No liberes no liberar... y nada te retiene. No ataques no atacar... y vives en paz. No sirvas no servir... y vales. No encuentres no encontrar... y siempre tuviste. No acabes no acabar... y está hecho. No celebres no celebrar... y te regocijas. No temas no temer... y, con seguridad, todo el Amor. No ames no amar... y, sin duda, la vida se abre en plenitud.

   Queda en paz. Contémplalo todo en unicidad y presénciate como presencia ilimitada, inseparable de todo, en comunión con todos... ¡Bendiciones! Ahora vives de veras... los milagros te acompañan, bendicen y santifican según liberas, bendices y santificas. Simple: sálvate salvando, sánate sanando, ilumínate iluminando... sin exclusión alguna. Y de repente, como siempre, Dios.

KHAAM-EL



Confía... nada hay que temer...
deja que el Amor desde lo más hondo del Corazón 
sea melodía de bendición y santidad,
de sosiego e íntimo regocijo,
de esperanza y felicidad,
de luz, milagros y plenitud.



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