martes, 5 de marzo de 2019

LA PLENITUD DE LA PRESENCIA

   En el silencio de lo egoico, la Plenitud de la Presencia... silencio hondo, santo e intenso, siempre aquí y ahora, más allá de cualquier idea que albergo acerca de mí o de este mundo que con los limitados sentidos corpóreos percibo. 
   Por lo tanto, medito, ahondo y nada presupongo... Recogido en la quietud de mi Alma, arrodillado en el sagrado santuario del Corazón que palpita lleno de Amor y Devoción, orando con ese sosiego que surge del no apego y que ya no se distrae con lo variable y externo, recito para mis adentros -con confianza y determinación- mi más sincera entrega: -Oh! Que aquello que soy en esencia y en verdad emerja de forma plena y consciente, mientras que eso que no es real en mí se queme en el fuego de la Verdad...

   Inesperada y milagrosamente, una paz insondable, gozosa, extensa, inefable y todoinclusiva, por la entrega de la entrega misma, me envuelve con su bendito manto de bienaventuranza acariciando dulcemente mi espíritu y, con inspirada e indeclinable certeza, me/nos revela: - Oh! Hijo de la Vida... eres ancestral y nuevo a la vez. Ciertamente eres eterno. Tú y todos sois indivisos del Uno sin opuesto... eres Yo Soy... Consciencia Infinita que alienta la forma y la sustenta y la ilumina y la libera... eres Espacio Sagrado que abarca tiempos y contornos santificándolos en un perenne ahora y aquí... eres silencio, sonido, melodía, trueno y canto... vibración de Amor. Oh! Hijo de la Luz... Yo Soy es tu/vuestra esencia inmemorial, todos los mundos nacen y perecen en lo más íntimo e infinito de Ser... Eres fuente y desembocadura, océano y desierto, nubes, brillo, vuelo y raíz, ámbito inefable que destruye toda contradicción o discordia desvaneciendo los opuestos en su inacabable transparencia. oh! Hijo de lo Santo...Yo Soy eres/sois...  Presencia inextinguible, pura pureza sin tacha, lo manifiesto y lo potencial, la cohesión sin esfuerzo, la plenitud que por siempre ha sido, es y será... Hogar, Templo y Cielo... Yo Soy en ti, en tu prójimo y en todo, sin estar condicionado por ti, ni por nada ni nadie... Soy todos los recuerdos y resurrecciones... toda la Vida que vence la apariencia de muertes... todos Uno en el Ser, en el Corazón del Amor, en el Fondo de lo Eterno.

   Sobrecogido y agradecido sólo puedo decir e invitar a decir: Amén.

KHAAM-EL



No vayas en pos de las cosas del mundo
o te extraviarás de lo esencial
por querer asir lo transitorio y superfluo.

Detén tu particular ímpetu
y
Confía... Ahonda... Medita... Ora...

Regresa a la Luz de tu Alma,
a la comunión con el Espíritu,
a la dicha de lo eterno,
a la paz de lo santo...
Aquí y ahora
-en el silencio del ego-
la plenitud de la Presencia.




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