lunes, 22 de julio de 2019

ORAR O MEDITAR DE CORAZÓN NOS LIBERA DEL SUFRIMIENTO EGOICO

  Nunca se señalará lo suficiente la importancia de la oración entregada, devota y sincera, para la transformación de toda limitación o sufrimiento personal en la liberadora bienaventuranza del gozo del espíritu. Por eso, si tu corazón se ve inclinado hacia Jesús, recuerda y aplica en tu vida la esencia de sus enseñanzas. Si te ves inclinado hacia otra enseñanza que apunta, igualmente, a la unicidad de la Vida en la eternidad del Ser o en la ilimitud inexpresable de lo vacío de proyecciones egoicas (de Buda, Lao Tse, Nisargadatta, Rumi, etc.), sencillamente, sustituye a Jesús (lo sustancial siempre es el mensaje, no el mensajero) por aquel que más te invite a la transformación de tu vida. Y la Palabra Dios cámbiala por Iluminación, Tao, Absoluto, Alá, etc. si es menester (Lo divino es en esencia impronunciable e inimaginable). No discutamos por meras palabras que sólo son símbolos de símbolos. Ahonda y comprende en verdad. Puedes reconocer, por ejemplo, en el vocablo Espíritu Santo la idea que representa en otras tradiciones como el Sadgurú, la Gracia, o a la budeidad.

  No entremos, pues, en estériles controversias por meras interpretaciones de las palabras y compartamos siempre lo que nos une y sustancia más allá de lo transitorio y aparente. No nos dispersemos con absurdas ansias personales, que -por elevadas que nos parezcan a veces- disgregan y envilecen. Profundicemos. Oremos o Meditemos de corazón. Sí, estemos atentos a lo puro y todoabarcador, a lo eterno y santificador. No nos separemos más en nombre de una limitada y limitante perspectiva particular de la unidad y unámonos, de veras, en el milagro de la oración o en la claridad de la meditación, allende las palabras que utilicemos o los símbolos que empleemos... un mapa de un territorio es un mapa del territorio; lo importante es el territorio que representa y no los colores con los que está pintado. Por esto, reitero, nunca se remarcará bastante lo básico de ser constantes en la oración o la meditación del corazón. Y, una vez aclarado lo antedicho, te comparto de corazón a corazón:
   Confía en el Cristo en Jesús... que él sea el centro de tu vida.
   Confía en su promesa de que Dios enviará Su Santo Espíritu a todos los que sigan sus huellas.
   Camina con Cristo... no temas, sigue su ejemplo, y consagra tu vida a Dios permitiendo que se haga Su Voluntad y no la propia.
   Confía, no hay obstáculo que Dios no traspase con facilidad y lo transforme en bendición.
   No distraigas tus pasos con las cosas del mundo y mantente atento a la senda que conduce al Cielo. Recuerda y aplica lo que se señala en el apartado I del capítulo I de 'Un Curso de Milagros' párrafo 11: "La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador. Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor."
   Ten presente, como Jesús, el poder que la oración despliega por la Gracia; él, una vez realizada su labor, se retiraba a orar en lo recogido en cuanto tenía ocasión. Y nos trasmitió el Padrenuestro para que fuéramos conscientes de que Dios es Amor. Reza, pues, constantemente; con devoción y esperanza consumada allende el tiempo y sus sucesos, para que ese flujo incesante de la plegaria honesta impregne tu cotidianeidad, y la colme con la dicha de los milagros vertiéndose por doquier.
   
   Herman@, ahora, aquí, te invito a la siguiente oración si contigo sintoniza: 
   ¡Oh, Dios! Hágase Tu Voluntad y no la mía; por eso, ¡oh Dios! que mis pensamientos sean siempre Tu Voz Certera, y mis acciones sean -en cualquier situación- una expresión viva de Tu Santa Voluntad. Por eso, consagro mi vida a Ti para retornar al Cielo junto con mi prójimo, porque, en unicidad conmigo, somos Tu Hijo. 
   En el silencio del corazón, ¡oh, Dios! confío en el poder de esta oración a Ti entregada, y a través de ella me comunico Contigo para recibir Tu Santo Espíritu, por el Cristo en Jesús prometido en Tu Santo Nombre, y vivir, a través de Él, la vida que tu quieres que viva y poder, al fin, hacer lo que Tú quieres que haga. Y, desde este recogimiento hondo y sincero, reclamo Tu Gracia para que se extienda por el mundo entero. Así que lo que parezco ser, tanto en vigilia como en sueños, Tuyo, sin condiciones, es.
  Ahora, con fe, esperanza y alegría quiero Amar como Tu Amas, y regresar a mi Hogar en Ti junto con toda Tu Creación porque en el mundo nada hay que tenga verdadero valor... ¡Qué el Sagrado Corazón de Tu Plenitud, con Su Poder salvífico, lata en todos los corazones, y vuelvan, por Tu Gracia, a ser un único Amor eternamente! 
   Bendiciones. Amén.

KHAAM-EL



Letra de la canción 'Be the Centre' de Vineyard:

Jesús, sé el centro 
Sé mi fuente, mi luz 
Jesús 

Jesús, sé el centro 
Sé mi esperanza, mi canción 
Jesús 

Sé el fuego en mi corazón 
Sé el viento en estas velas 
Sé la razón por la que vivo 
Jesús, Jesús 

(Coro) 
Jesús, sé mi visión 
Sé mi camino, sé mi guía 
Jesús 

(Coro) 
Sé el fuego en mi corazón 
Sé el viento en estas velas 
Sé la razón por la que vivo 
Jesús, Jesús 

Sé el fuego 
Sí, ¡sé el fuego!

(Coro) 
Sé el fuego en mi corazón 
Sé el viento en estas velas 
Sé la razón por la que vivo 
Jesús, Jesús 

Jesús, sé el centro 
Sé mi fuente, sé mi luz 
Jesús 

Sé mi fuente, sé mi luz 

Jesús,  Jesús, Jesús, Jesús, Jesús.




No hay comentarios:

Publicar un comentario