SUBLIME LUZ ÍNTIMA Y SAGRADA

    Comoquiera que las cosas sucedan, lo principal sigue incólume. Tal que personas, no sólo somos temporales sino también falibles e insensatos; mas como almas, como consciencias vivas en expresión, ni el tiempo ni los errores nos alcanzan. Hay que internarse en el reino de lo sutil para trascender lo burdo, lo meramente corpóreo, y encontrar -en un recóndito cuasi olvidado de la memoria- la luz sublime titilando como un paciente faro a la espera de barco que orientar en la nocturna oscuridad marina, como la estrella sagrada de Belén dirigiendo hacia el humilde pesebre donde nace la salvación, como el radiante sol veraniego madurando frutos, como un blanco y ardiente cirio en el altar acogiendo ardientes plegarias surgidas de sinceras entregas, como reconfortante hoguera que caldea y desentumece huesos y ánimos en las frías y encapotadas noches de invierno, como una llena y amable luna coronando la tiniebla que precede la alborada... Lo Divino haciéndose patente en lo más íntimo de nuestro ser por nuestra generosa donación del propio interés en favor del de todos.

KHAAM-EL