BREVES REFLEXIONES A CONSIDERAR (y 53)

 

            1.

    Camuflar la equívoca y confusa contradicción normalizando el egoísmo, no sólo la perpetua sino que la agrava aumentando la intensidad del ingrato resentimiento junto a la angustia lacerante de un tremendo e insidioso temor que sobre todo se proyecta.

            2.

    No pongas freno a vivir inspirado por el Espíritu y te alzarás muy por encima de los vaivenes emocionales del egoico pensar, hasta alcanzar el reino de la paz mental, el ámbito inefable de la dicha sin desdicha, la eterna plenitud del Amor que nos hace a todos uno en lo Absoluto: el Corazón Infinito de DIOS.

            3.

    Amar es tener en cuenta al prójimo laborando sinceramente por el bien de todos en carne, mente y espíritu, y no únicamente actuar por el provecho de la propia identidad temporal o la de unos cuantos allegados sin pensar en los demás.

            4.

    En el tiempo todo lo viviente se halla entrelazado sincrónicamente con la consumación de lo Pleno... toma consciencia de ello y colapsa el tiempo desbordándote de ti, siendo ahora y aquí lo que Es, dejando atrás lo que nunca fue, desechando futuribles que no son. Sigue el ejemplo de los sabios del Espíritu que aparentemente te precedieron, ellos nos indican una ruta interior que desemboca en una comunión santa, en una relación fraterna con todo lo hasta entonces supuestamente externo.

            5.

    Cuando conocemos la Verdad del Amor somos libres de los grilletes egoicos que nos condenaban a muerte en la cárcel de la carne, y hallamos vida eterna, vida abundante y plena en la Luz Infinita de la Divina Unicidad.

            6.

    Regocíjate y no temas. Abandona confiado y feliz la equívoca y confusa contradicción que te niega lo que intuyes, que te quita lo que eres, que te engaña mostrándote lo transitorio como valioso mientras desdeña (y a la vez ansia) lo eterno como difícil sino imposible. ¡Bendiciones! La muerte es para la carne que nació. Tú, yo y nuestro prójimo en general, somos espíritu innacido, somos de la Verdad y el Amor; por tanto, la muerte no tiene poder sobre nuestra auténtica naturaleza eterna.

KHAAM-EL