VIDA

     Abre compuertas, jamás las cierres. Levanta rejas, nunca las bajes. Muestra lo que traspasa horizontes y no te conformes con pedazos de espacio o retazos de tiempo. Desenmascara la mentira y los falsos testimonios. No te arrodilles ante dictámenes humanos como si fueran panaceas, ni te arrastres por el fango huyendo de la luz por temor a ser relegado, ninguneado o despreciado. No acuses ni te engrías sobre el común. Honra y comparte con el prójimo. Vive y deja vivir. Sigue el libre vuelo del Corazón, cada vez más alto, más sutil, menos mundano y nada temeroso. Porque es el camino -por duro que a veces se presente- quien facilita la consumación, quien posibilita el encuentro, quien conduce al feliz hallazgo de la plenitud inherente a nuestro ser; siempre y cuando dejemos de pretender lo especial, aparte o destacado. 

    Ahora, aquí, el tiempo y sus formulaciones se te revela en toda su inmensa simplicidad. Sabes sin duda, todo estuvo resuelto, vacío de problemáticas y lleno de unicidad esencial, hasta en los momentos más enrevesados, hasta en las circunstancias más hostiles. En lo sencillo y humilde, la Verdad y la Vida nunca cesan de brillar y bendecirnos eternamente.

KHAAM-EL