ATENCIÓN CONSCIENTE Y APERTURA MENTAL: APERTURA A LO PLENO Y VERAZ

    Atención distendida, pero penetrante y ecuánime: he ahí la liberación del sufrimiento que la objetivación egoica nos infligía. Cuando lo externo no nos perturba el ánimo, al permanecer en la consciencia directamente presencial y no prejuzgadora, es cuando podemos realmente reconocer -sin los autoengaños ni las vanas excusas que distorsionaban lo vivido- la claridad que evidenciará y realizará la acción correcta para el bien de todos; ya que ir en busca de lo parcial (buscar únicamente el propio bien personal o el del entorno más inmediato) es perderse enredado en una maraña de contradictorios porqués o particulares para qué que angustian y confunden en lugar de tranquilizar y clarificar.

   Abramos la mente y no la cerremos con particulares juicios. Ahondemos en lo esencial, en lo directamente sustancial. No es necesario ningún porqué ni para qué personal para el desarrollo efectivo de lo verdaderamente importante y crucial. Sencillamente, si tu propósito es la Verdad ésta ya está totalmente presente de inmediato, deshaciendo toda confusión y temor por Su inefable completitud. Meditemos pues con confianza y honestidad, profundicemos en lo universal, permanente, incuestionable e impersonal..., y, aquí y ahora, despertamos del infernal sueño de la muerte, dejando atrás todas sus oscuras mentiras y tenebrosos sufrimientos a la luz presente de la Verdad. ¡Bendiciones! No hay problemas ni temores que valgan, puesto que todos, sean cuales fueren, ya están resueltos en la plenitud del Ser en DIOS, en esa Sagrada Infinitud que todo lo abraza y bendice en eterna bienaventuranza.

KHAAM-EL