No
apesadumbra y atormenta el error o pecado cometidos por ignorancia,
flaqueza o despiste, dello saca uno enseñanza de vida, rectifica y
repara en lo posible, mejorando y acreciendo los talentos para el
Bien y la Verdad; trasmutando así el pesar y el hondo remordimiento del
perjuicio ocasionado, en Amor y Sencillez, en Paz y Gozo del Espíritu. Puesto que, con certeza, es depositando nuestras minúsculas voluntades y nuestras escasas fuerzas en la
Voluntad y Fortaleza de DIOS VIVO, donde hallamos bendito sentido a nuestro humano vivir. Lo que sí apesadumbra y atormenta
sin remedio es su consciente repetición, el conocer lo equivocado,
ocultarlo, justificarlo o, lo que ya es el colmo de la malicia,
disfrazarlo y aprobarlo como acierto.
Errar
y aprender, pecar y arrepentirse, es vía a la Sabiduría y el Amor.
Mas, errar y pecar, y continuar a sabiendas errando y pecando por
particular o especial interés, sin embargo, es un tenebroso callejón
sin salida, que aparenta -en sus comienzos- ser rápida autopista a
lo grato y benéfico, pero que a su tiempo estanca y corroe el alma
por dentro; hasta que, expulsada ésta, por su propia mezquindad, de
la Paz, la Dicha y la Luz, ansiando la imaginada mejor de las
venturas, experimenta la peor: la muerte en vida (el ansia de placeres, el deseo de riquezas, la fama y el poder, el rencor y la arrogancia egoica), confundida con la
auténtica vida, que no augura nada
bueno en la venidera (que ahora ya es, aunque pocos la reconozcan en su sutil esencia intangible); antes bien, aboca al ingrato y funesto "llanto
y chirriar de dientes" advertido
por Jesús de Nazaret.
KHAAM-EL
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