Devolver mal por mal deja atrapado en el resentimiento a quien cree que esto es justo, angustiando y desasosegando la propia mente, según tienta a angustiar y a desasosegar también la de los demás; cayendo, por tal elección y acto, en una trampa de maldición de la que sin Amor le es imposible escapar.
Sólo un Corazón totalmente fraterno acoge todo en su seno, sosegando de inmediato cualesquier recelo e inquina, y -alumbrando toda oscuridad en su inapagable fulgor- muestra lo esencial, bendito, pleno y eterno. Luz en el alma, paz en la mente... Porque un alma en la luz, se sabe una con el Amor Infinito de DIOS VIVO que a todos y a todo abarca y abraza.
Sencilla y clara es la enseñanza de la Verdad, el Amor y la Vida Eterna: tener una mente en paz bendice e ilumina al mundo, entretanto una mente recelosa y convulsa lo maldice y entenebrece... Y un mundo bendecido, suceda lo que suceda, incluso algo conceptuado como muy adverso, en lo íntimo será siempre fuente de ilimitado amor, creciente júbilo y plenitud, seguro camino a la resurrección y la vida eterna del Espíritu; mientras que un mundo maldecido, suceda lo que suceda, incluso algo considerado estupendo, será germen del miedo, la tristeza y la disensión, fatal autopista a las egoicas culpabilidad, sufrimiento y muerte. Ya que el mundo refleja lo que pensamos; lo que pensamos provoca lo que sentimos; y lo que sentimos nos hace felices o infelices, según provenga de una mente en paz o agitada.
KHAAM-EL
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