Expresar mediante palabras lo inenarrable, trascendente, sagrado, eterno y pleno de SER, siempre será un acto indicador, una matafórica invitación a ver con la mirada del alma y no sólo con los ojos del cuerpo, nunca una explicación o descripción que dogmatizar o reglar, pues la Verdad mora en lo más hondo de cada uno.
Te pido, por tanto, perdón por las palabras que escribo o pronuncio; tan sólo, si estás ya cansado de los derroteros por los que la identificación corporal te precipita, sigue a donde éstas apuntan. Luego olvídalas. Silencia el cuchicheo del pensar egoico. Ahonda en el Núcleo de 'tu' núcleo. Descubre la Verdad en ti (nunca, en ningún momento o circunstancia, te ha sido ni será ajena) y te sabrás en esencia, allende este mundo caduco y de toda su enredosa palabrería, 'Uno con Nos'... Te reconocerás como una nota imprescindible en la gloriosa sinfonía del Amor Incondicional, como un haz de luz sin ocaso en la bendita comunión de la magnificente y armoniosa Luz de DIOS VIVO.
El despertar espiritual no acaece debatiendo conceptos que terminan por engordar el ego pretendiendo ufanamente deshacerlo, sino amando al prójimo sin mezquinos prejuicios ni culpabilizaciones. Sencillamente, Amar de veras libera de las ataduras de la carne, acoge, ilumina, bendice y abundosamente vivifica; el ego, al contrario, circunscribe a los cuerpos, condena, enmascara, maldice y con falacias destruye.
KHAAM-EL
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