Acallar lo insensato ilumina tinieblas y facilita mantener sanas conexiones con la vida toda. Porque verse directamente, sin buscar externalizantes objeciones que distorsionen lo que hay con tahúres pareceres de egoica palabrería, simplifica el juego de las relaciones; y la realidad se muestra en toda su desnudez: intacta, segura, inmediata, sin la necesidad de vergüenzas, comparaciones, recelos, compulsivas impulsividades o calculados actos que defiendan la propia imagen imaginada frente a imaginadas imágenes prójimas... Al momento la Luz brilla sin óbices, salvándonos en Verdad del incoherente tormento del ego mientras el Amor puro, inagotable y sagrado, se manifiesta y expande incontenible. ¡Sencillamente, sencillo! Descubiertos los fútiles pensamientos del apego/miedo recubriendo de tenebrosas e insensatas macas la clara consciencia inmaculada, faculta la corrección, rectificación y acallamiento de todos ellos... Y, ¡oh, milagro! Ahora, aquí, por la gracia, en un radiante instante de plenitud infinita, se vive la definitiva e inenarrable liberación de la falaz, separativa y dolorosamente fantasiosa verborrea egótica.
KHAAM-EL
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