domingo, 16 de diciembre de 2018

HONDA Y SINCERA DEVOCIÓN

  No te eleves engreídamente o la inevitable caída será sumamente dolorosa... sumérgente en lo hondo, puro y humilde... inclínate ante la magneficiencia divina y permite que ésta te alce por encima de los vanos ensueños egoicos. Sé honesto, congruente y fraterno; no te dividas dividiendo o sufrirás en conciencia los efectos del sesgado enjuiciar. Rehuye todo fingimiento, simplifica tu vivir en el presente no proyectando efímeros sueños de grandeza; nada hay más penoso que la autocomplacencia y el autoengaño. Repudia  con clara conciencia todo pensamiento de gloria personal: nunca podrá ofrecer algo real y duradero. Así que te invito a que te despidas de tus dioses de barro y verdades personales para que el Dios Uno y eterno, en la indivisa Verdad de la plenitud de Ser, te reencuentre ahí donde siempre has estado en esencia y pureza. ¡Despierta! Sé íntegro y libérate de toda angustia, pues no hay nada más infernal que fraccionarse uno mismo en pos del cumplimiento de particulares deseos, supuestamente benéficos, que finalmente tiranizan al que los persigue.

   Permanece en el Amor, y sé fiel a Dios y Su misericordia. Desdeña el éxito como el fracaso que es. Arrodillarse con inocencia y reverencia ante lo divino, santo e incognosible, ante Dios y Su Amor, ilumina al alma con el brillo de lo eterno. Vivir con devoción llena el corazón de gozo. No hay mayor contento que ser agradecido con lo que la providencia nos depare para serle útil al plan divino allá adonde adonde éste nos lleve.

  Inclinarse con fe y paciencia ante lo sublime, bendito e inasible, ante Dios y Su Plenitud, redime al alma de su sueño de angustia, desesperación y muerte. Vivir con devoción calma la mente. No hay mayor sosiego que aceptar este instante en su completud y extender en todas sus aparentes facetas la unicidad esencial que lo sustancia. Vive, por tanto, contento. Medita con serena actitud... ora con espíritu de servicio... mantente firme en la confianza de ser sin duda guiado por la luz de Dios sí así se lo pides... responde siempre desde el Amor infinito y su no prejuicio... sé presencia presente siempre dispuesta a compartirse sin medida... Y, semejante devoción honda y sincera, en su humilde e inocente expresión colmará tu alma de bendiciones ilimitadas para repartir por doquier.

KHAAM-EL



Ora con honda y sincera devoción
y extiende el Amor de Dios por un mundo confuso y desesperanzado.





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