Ahondo en esta charla, que publico junto a este escrito, en la esencia de la verdadera meditación; esa que atraviesa el mismísimo aburrimiento, al constatar que éste es -al igual que otras excusas que forja la mente egoica- un vano impulso a ir detrás de lo impermanente. Y lo impermanente, por su propia impermanencia, sólo nos puede hacer sufrir en su inevitable desmoronamiento. Por eso el afán externalizante a satisfacernos con los objetos de los sentidos, una vez pasado el ansiado brillo de lo novedoso, siempre termina por desilusionarnos, hastiarnos y, finalmente, desdeñándolo. Únicamente la meditación honesta, constante e inquebrantable nos libera de tan absurda proyección, estableciéndonos en la dicha y la paz presente... Sí, siempre presente en el flujo temporal, facilitando la apertura a lo eterno, santo y bienaventurado, a la plenitud de la Divina Unicidad.
KHAAM-EL
Enlace directo del audio en IVOOX
No hay comentarios:
Publicar un comentario