DIVINA COMUNIÓN DE VIDA

    Actuar convirtiendo el propio provecho en un fin en sí mismo, obviando el de todos, es una rémora que distorsiona la plenitud del ser frenando el flujo natural de la vida, obstaculizando su sencilla y feliz comunión con mil y una excusas, que se cuentan cuentos de lo más variopinto para no enmendar el tremendo yerro del egoísmo.

    Por eso, quien enseña lo veraz no tasa, y menos aún exige, un pago por la extensión de su inefable vivencia. Se sabe sostenido por la Providencia, aceptando agradecido lo que su prójimo libre y voluntariamente tenga a bien ofrecer. Vive en paz y deja en paz. Invita a un total vivir consciente, sin perseguir a quien no lo quiere, ni resentirse con quien le ataca, ignora o desprecia... Aceptando confiado que el devenir de las situaciones le traiga los encuentros y desencuentros, los holas y adioses. Habiéndose donado él mismo de Corazón a lo Santo (lo Divino), lo Santo (lo Divino) le libera, por la gracia, de la dolorosa ilusión del yo que todo lo sentía separado y amenazante.

    Todos los objetos, todos los seres, todos los mundos y soles acontecen en Aquello que los envuelve, penetra y compenetra, ese Eterno Espacio Sagrado de Pura Consciencia (DIOS) que trasciende nuestros pequeños e ilusorios yoes temporales. Nada hay más cierto que Aquello que todo lo abarca... sumérgete en Sus profundidades y te encontrarás infinito, pues nada hay más vivo que lo nonato, que lo no cuerpo ni sujeto a tiempo o circunstancia cambiante, al ser connatural al alma... nuestro inmortal Ser en comunión con DIOS y la vida toda.

KHAAM-EL