EL EGO NO SABE; DIOS VIVO, SÍ

    Querer conocer y controlar lo intangible es vano intento de lo carnal, pues no tiene la capacidad de discernir y contener lo ilimitado con sus perceptivos límites que todo lo seccionan, catalogan y enemistan con ignorante petulancia.

    Ahondemos. Meditemos. Oremos. Rindamos cualquier altivez o presunción. Desatendamos al ego. Sólo el Espíritu, la Vida de las vidas, la gloria santa de la unicidad, aquello que es en nosotros más que la temporaria noción que tenemos de nosotros mismos, DIOS VIVO en lo más profundo e íntimo de nuestro ser, sabe, comprende y plenifica.

KHAAM-EL