El secreto que esconden los horizontes es que todos ellos son una perspectiva meramente personal, siendo inexistentes 'per se'. La realidad es perenne unicidad, completamente libre de sombríos recovecos. Nunca ha habido ni habrá nebulosos pretéritos (perfectos o imperfectos), ni imaginados porvenires que alcanzar o evitar, sino un presente inacabable por descubrir. No hay, en especial, nadie a quien acusar ni ensalzar; tan sólo, particulares y particularistas pensamientos egoicos a perdonar. El Amor es comunión y la comunión es Verdad... Espíritu, vida verdadera, inmarcesible, plena, gloriosamente inmediata y clara... DIOS VIVO en todos, en todo, trascendiendo egos, eras y juicios.
KHAAM-EL
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